DS(C) nº 331/5 del 8/4/2002









Orden del Día:




1. Comparecencia de D.ª Mercedes Molina Ibáñez, S.C. 310-I, para informar a la Comisión sobre Desarrollo Rural.


Sumario:






 **  Se inicia la sesión a las once horas diez minutos.

 **  El Presidente, Sr. Espadas Lazo, abre la sesión y comunica las sustituciones.

 **  Primer punto del Orden del Día. SC 310-I.

 **  Intervención de la Sra. Molina Ibáñez, para informar a la Comisión.

 **  El Presidente, Sr. Espadas Lazo, abre un turno de intervenciones para los Sres. Portavoces de los Grupos Parlamentarios.

 **  En turno de Portavoces, interviene el Procurador Sr. Málaga Guerrero (Grupo Socialista).

 **  En turno de Portavoces, interviene el Procurador Sr. De Miguel Nieto (Grupo Popular).

 **  Intervención de la Sra. Molina Ibáñez, para responder a las cuestiones planteadas.

 **  El Presidente, Sr. Espadas Lazo, levanta la sesión.

 **  Se levanta la sesión a las trece horas veinticinco minutos.




Texto:

(Se inicia la sesión a las once horas diez minutos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Sí, buenos días. Vamos a dar comienzo a esta Comisión de Asuntos Europeos. Y tenemos hoy ante nosotros a doña Mercedes Molina Ibáñez, que es Decano de la Facultad de... Complutense de Madrid y, además, una persona que ha trabajado mucho y ha hecho... ha publicado libros de desarrollo rural, ha intervenido en conferencias y... pues persona... nos parece muy competentes para hablarnos del tema que nos ocupa, que es el desarrollo rural.

Ya, sin más preámbulos, damos la palabra a doña Mercedes... Perdón, antes de nada, si algún Portavoz tiene que comunicar alguna sustitución. Sí, por el Grupo Socialista.


EL SEÑOR MÁLAGA GUERRERO:

Por don Antonio Losa, Conchi Martínez; y por don Fernando Benito, don Manuel Lozano.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Sí. Don José Antonio, por el Grupo Popular.


EL SEÑOR DE MIGUEL NIETO:

Gracias, señor Presidente. José Manuel Miano sustituye a Emilio Arroita, y Alejo Riñones sustituye a Alejo de Castro... a Jesús de Castro.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Gracias, Señoría. Pues, para hablar de desarrollo rural, damos la palabra a doña Mercedes Molina.


LA SEÑORA MOLINA IBÁÑEZ:

Bien. Muchas gracias, señor Presidente. Y permítanme que mis primeras palabras sean de gratitud a las Cortes de Castilla y León y, muy en concreto, a este grupo de trabajo en temas europeos, preocupado por el desarrollo rural. Recojan todos ustedes este agradecimiento personal. Y yo le rogaría también al Presidente de la Comisión que lo haga saber al Presidente de las Cortes.

Les digo que vengo a esta sesión, primero, con un gran respeto y, segundo, con una gran responsabilidad. Gran respeto, porque los que amamos y defendemos y, en su momento, aportamos nuestro pequeño granito de arena para que la democracia en nuestro Estado fuera una realidad, intervenir en un foro como este, por lo menos para mí significa mucho. Debo decirles que es la primera vez que tengo una intervención ante un Parlamento, ante una Comisión Delegada de un Parlamento; y, por lo tanto, estoy ante los representantes directos del pueblo, dentro de un pluralismo ideológico, y ello significa para mí -como les dije- mucho. Nunca me he dedicado a la política, pero tengo un gran respeto por el político que, convincente o bajo unas condiciones ideológicas, se pone no al servicio de un Partido, sino al servicio de un bien público, que ése es, precisamente, su gran trabajo y su gran labor. Por lo tanto, reciban mi respeto más sincero desde este momento.

Y, además, decirles que mi responsabilidad es grande: primero, porque estoy ante una serie de personas que están trabajando directamente con el problema del desarrollo rural, que conocen, probablemente, muchas más cosas que yo; y que, desde mi óptica desde la investigación y algunos trabajos efectivos y reales, y enfrentándome con el desarrollo rural fundamentalmente en la provincia de Soria, pues no sé si lo que he preparado les va a ser muy útil. Tómenlo, por favor, simplemente como unas reflexiones desde mi experiencia, que trato de una gran... o con una gran humildad plantearles aquí como interrogantes para debatir algunos problemas que yo mismo me enfrento día a día, y que, naturalmente, todavía no tengo respuesta. Quisiera serles útil en un tema verdaderamente complejo.

En primer lugar, yo desearía -aunque creo que es innecesario, pero les diré por qué lo hago así- plantearles mi propia concepción del desarrollo rural, que a lo mejor coincide o no coincide con ustedes, pero que a partir de ellas es donde voy a centrar toda mi intervención y todos mis planteamientos.

El desarrollo rural para mí es algo más que crecimiento económico. El desarrollo rural supone toda una filosofía, supone todo un método de trabajo, y no a partir de un sector económico ni a partir de una actividad económica, sino considerando todo un territorio. Es decir, no vamos a hablar de políticas sectoriales centradas en una determinada actividad económica, sino que vamos a hablar de un territorio complejo, con una serie de recursos, pero también con una serie de problemas, dentro del cual, si quieren, sólo tengo clara una cosa, que al tratarse de territorios muy vulnerables y al tratarse de territorios con graves problemas necesitan de unas políticas de acción y de unas políticas de intervención.

En un momento en el que nos movemos mucho dentro del neoliberalismo económico, los territorios rurales van a necesitar de unas políticas efectivas, sobre todo para que ayuden a salir de la inercia y solventar muchos de los problemas de estos territorios de una manera clara.

Todos los finales de siglo han sido -por llamarlo de alguna manera- unos momentos de reflexión, y, aplicados a los territorios rurales, podríamos hacer una breve comparación de lo que fue el final del siglo XIX, de lo que ha sido el final del siglo XX y el inicio del siglo XXI y de este nuevo milenio.

Yo les diría que terminamos un siglo XIX, sobre todo para nuestra Región, con una situación muy complicada, de retraso económico en un momento en que la industrialización dominaba la vida económica; que el modelo de concentración económica era claro, a través de un modelo urbano, y había un rechazo y una marginación por parte de los territorios rurales. La descapitalización humana fue el ejemplo más claro, el abandono por los poderes políticos y por los poderes económicos fue grande, y, a excepción de algunas actuaciones muy específicas, los territorios rurales quedaron muy al margen de la vida económica, muy al margen de la vida incluso política, y con graves problemas sociales internos.

El final del siglo XX, nos movemos en un dualismo importante: por una parte, los territorios rurales y, en general, todas las regiones interiores de los países -vamos a centrarnos en la Unión Europea- son rechazados por los procesos globales. Estamos inmersos en un economía global, en unos procesos globales en los cuales, en principio, los territorios rurales quedan al margen de ellos. La globalización, como saben ustedes, a pesar de ser una palabra que parece implicarlo todo, está demostrando unas graves y grandes desigualdades territoriales, unas graves y grandes desigualdades sociales, con unas barreras importantes cada vez mayores entre unos espacios y otros. Y yo les diría que la globalización está siendo uno de los procesos más selectivos desde el punto de vista territorial y desde el punto de vista social.

La globalización margina, en principio, estos espacios rurales. Por emplear las palabras de una socióloga americana, Saskia Sassen, que ha trabajado enormemente en estos campos, diríamos que constituyen, desgraciadamente, esos territorios que no interesan.

La globalización asume, fundamentalmente, el protagonismo de la ciudad, de los sistemas metropolitanos, que, como ya se ha dicho por parte de organismos internacionales, constituyen los sistemas metropolitanos los eslabones de la cadena de la producción global, y se establece la idea de competencia y competitividad territorial.

Hay lo que también se ha llamado, en palabras de algunos geógrafos -en este caso, y permítanme que cite al gran geógrafo brasileño Milton Santos, comprometido con estos procesos-, una guerra de lugares: una guerra por captar inversiones, por estar a la cabeza de esos espacios y por tener ese protagonismo.

Y eso lo estamos viendo, por ejemplo, cómo están funcionando ahora mismo, en nuestro Estado, las inversiones extranjeras directas. Y las inversiones extranjeras directas, según los datos que yo he podido manejar, últimos, al año dos mil, Madrid Comunidad, pero que pueden imaginar que Madrid, su sistema metropolitano fundamentalmente, asume el 75,9% de la inversión directa extranjera; Castilla-León, según mi información, está en el 0,09% de la inversión directa extranjera, y, además, perdiendo puntos y retrocediendo en este capítulo de espacio atractivo para los grandes procesos internacionales.

En nuestro Estado, se refuerza el papel metropolitano de Madrid, que gana terreno a otras Comunidades Autónomas, incluida Cataluña, que pierde también protagonismo, de una manera sistemática, al menos en los tres últimos años, siendo difícil hacer estudios comparativos de series largas, porque saben ustedes que se cambió la metodología en cuanto al análisis de las inversiones extranjeras, y, naturalmente, no podemos hacerlo.

¿Por qué voy a este punto? Porque nosotros y esta Región sí va a estar al margen de estos procesos globales, o, por lo menos, parece que la tendencia así lo demuestra. Naturalmente, ningún proceso es irreversible y puede haber cambios de tendencia. Tiene que buscar sus desarrollos y tiene que buscar sus alternativas, precisamente, en otras filosofías y en otros campos. Y ahí tiene un protagonismo importante todas las teorías de desarrollo local, y, dentro del desarrollo local, para nuestra Región, el desarrollo rural, con los pros, los contra, las luces, las sombras, que nos vamos a encontrar. Es más, yo diría que el futuro de Castilla y León -y permítanme que así lo haga- pasa, precisamente, por un buen planteamiento de desarrollo rural, por un programa coherente de desarrollo rural, porque a partir de él también seremos capaces de articular nuestro sistema de ciudades y una relación territorial rural urbana.

Y si antes les dije que los espacios rurales van a quedar al margen de un mundo internacionalizado y van a quedar al margen de los procesos globales, ahora les voy a decir cómo los procesos globales van a influir también directamente sobre estos espacios rurales, aunque no se tengan en cuenta a la hora, precisamente, de canalizar una inversión o de atraer una inversión por parte, sobre todo, de las grandes corporaciones multinacionales.

Cualquier rinconcito por pequeño que sea, cualquier espacio rural por minúsculo que sea, diríamos que está tocado y pertenece a un mundo internacionalizado.

¿Cómo están afectando esas decisiones del mundo internacionalizado a los espacios rurales...? Porque también de ésta aceptación y de estas ideas les demostraré, o al menos trataré de expresarles a ustedes las actuaciones y los problemas por donde debemos ir.

Consideraríamos lo siguiente: primero, las grandes decisiones de la Organización Mundial de Comercio. Cualquier decisión de la OMC está, precisamente, afectando a los espacios rurales, porque decisiones de la OMC pueden tener una repercusión muy directa, precisamente, sobre políticas agrarias, políticas de actuación sobre espacios rurales y, en este caso, políticas referentes a la propia Unión Europea, que pueden afectar a nuestros territorios.

Todos los cambios regionales en la política regional que afectan y acontecen a nuestro mundo, por ejemplo: desde la creación del NAFTA, el espacio entre Méjico, Canadá y Estados Unidos, o el gran mercado de las Américas, o la integración de China ahora mismo en la propia OMC, o la creación de cualquier conjunto regional, puede afectar sustancialmente al funcionamiento de los mercados agrarios.

La propia ampliación de la Unión Europea, la ampliación de la Unión Europea hacia el Este puede tener unas trascendentales consecuencias sobre nuestros espacios agrarios -y sobre ellas volveré dentro de un momento-, por lo menos, en lo que afecta, precisamente, a la Política Agraria Común, es decir, a la PAC. Y saben que ya se creó una Comisión de Expertos para ello -y ustedes son más especialistas en este campo que yo misma-, y ahora mismo la Unión Europea ha creado una Comisión de Expertos, entre los cuales hay algún español, a efectos de ver la trascendencia de la ampliación sobre los fondos estructurales y los fondos de cohesión en nuestro Estado.

Al mismo tiempo, los espacios rurales se pueden ver afectados por las nuevas concepciones del desarrollo que aparecen hoy en el mundo. Es decir, hoy también hay reacciones a la globalización y movimientos que, sin estar al margen de lo que son los procesos globales -porque yo, al menos, pienso que es un proceso imparable, sí que se pueden mitigar sus efectos-, desde los foros de Porto Alegre o cualquier acontecimiento que todos estos últimos años hemos vivido, empiezan a mantener posiciones de nuevas concepciones de desarrollo que superan el simple crecimiento económico, que se empieza a hablar de la importancia de la sostenibilidad ambiental y cultural, que se empieza a hablar de la equidad social, y que se empieza a hablar de los grandes problemas territoriales. Y todo esto, lógicamente, aparece ahí como una filosofía que va calando, y esto es positivo para nuestros espacios rurales, los cuales los vamos a apoyar y a sustentar en una nueva filosofía de desarrollo, como después les señalaré en este trabajo, que he intentado, al menos, prepararlo -como les dije antes- con el máximo interés y el máximo respeto dentro, naturalmente, del poco tiempo que en estos momentos tengo disponible.

Al mismo tiempo, los espacios rurales pueden estar afectados por la internacionalización de la economía, por una razón: porque pueden ser también un espacio muy semejante al espacio periférico del mundo del subdesarrollo, para implantar procesos de producción dentro de este modo de producción flexible que son aceptados en un momento determinado, bien buscando algunas subvenciones, o bien buscando algunas oportunidades en esta especie de guerra de lugares que estamos entablando, o bien buscando una mano de obra barata. Y vemos los problemas y las grandes tensiones que esto puede generar cuando se producen las deslocalizaciones empresariales, que en esta Región hemos vivido alguna, desgraciadamente, y con graves problemas en la provincia de Soria, en otras provincias. Y ahora mismo, al menos, esta mañana he escuchado la noticia del problema que puede suponer la deslocalización de una fábrica alimenticia en Aguilar de Campoo, con la pérdida de puestos de trabajo y el impacto que sobre el espacio rural puede tener, precisamente, esta decisión.

Pero hay otro aspecto que yo les diría puede ser no tan negativo en orden a esta relación entre lo global y lo local, que son los cambios en la demanda. Estamos asistiendo a unos importantes cambios y a unas importantes transformaciones en la demanda por parte, precisamente, de una sociedad global, y por parte de una sociedad urbana, y por parte de una sociedad que tiene un poder adquisitivo. Y estos cambios en la demanda, que -si quieren- han ido muy en paralelo a ese cambio de modo de producción del famoso fordismo de los años sesenta y que hizo su crisis en los años setenta, a la producción flexible actual, que hemos cambiado la cantidad por la calidad y la diferenciación. Y esto nos va a favorecer, porque, precisamente, estos cambios en la demanda, en los gustos, en las necesidades de una sociedad... o en unas que se van convirtiendo en necesidades de una sociedad, van a poner en valor unos recursos que anteriormente no estaban, precisamente, puestos en valor.

El problema con que nos enfrentamos es que esos recursos que tienen un valor, nosotros les tenemos que poner -como decía el gran poeta Machado- un precio, hay una gran diferencia entre el valor y el precio de las cosas. Pero esos cambios en la demanda van a favorecer sustancialmente a los territorios rurales, como les decía hace un momento.

En este sentido, por lo tanto, yo les diría que todas las transformaciones sociales que están aconteciendo hoy en un mundo internacionalizado, toda la trayectoria que llevan organismos internacionales, como he mencionado la propia Organización Mundial de Comercio y como, naturalmente, puede pasar con la Unión Europea, más los cambios en la demanda, nos van a permitir unos nuevos desarrollos, pero nos van a exigir también una gran transformación de nuestra actual estructura económica en los territorios rurales, porque dentro de estos cambios empieza a ser una incógnita la propia Política Agraria Comunitaria.

No sabemos todavía qué va a ser la nueva PAC, tenemos muchísima confusión con los fondos de cohesión, incluso con los fondos estructurales, pero estamos en un momento clave para afrontar un cambio y para afrontar, realmente, una serie de actuaciones.

Yo les diría que si no lo hacemos... y ustedes, señores Parlamentarios, tienen una gran responsabilidad -como dije antes, porque están representando a un pueblo, y para mí eso merece también, como dije en mi intervención, el máximo respeto a esta sala-, tienen ahí una importantísima tarea, porque de no hacerse esta transformación, yo les diría que la crisis futura será mucho más fuerte que la crisis que hemos vivido en tiempos pasados, y, probablemente, sea ya una crisis irrecuperable.

Y les voy a decir por qué. Porque si antes la competencia de territorios era rural-urbana, es decir, los territorios rurales compitiendo con las ciudades, con los territorios urbanos, ahora se está entablando una nueva competencia rural-rural, y aquellos espacios rurales que sean capaces de afrontar sus problemas, que sean capaces de transformar, precisamente, sus estructuras económicas, sociales y territoriales, serán los que primero se enganchen a esta nueva filosofía del desarrollo, y los primeros que se enganchen a esa competencia y competitividad de territorio.

Un desarrollo rural que no es fácil de definir porque implica muchas cosas. Primero, la palabra desarrollo, y después rural, porque hablamos de rural en singular, pero, realmente, tendríamos que hablar de territorios rurales, más que de territorio de desarrollo rural. Me van solamente a permitir que, de una manera y con unas pinceladas muy simples, señale lo que significa el desarrollo bajo mi punto de vista, con sus objetivos, sus fines, y lo que significa el territorio rural en este sentido.

Implica superar -como dije antes- el simple crecimiento económico, apuesta por una sostenibilidad ambiental y cultural, quiere crear un modelo territorial disperso, no un modelo territorial de concentración, aunque después les diré el papel que puede jugar el territorio y una red también jerarquizada en este sentido. Implica de una manera muy directa a la sociedad local, que adquiere ahí un protagonismo fundamental, y que sin caer en una idea de endógena absoluta... porque para mí ya esas expresiones, quizá, de endógeno y exógeno están superadas, porque hay una conexión entre ellas; sí que es verdad que se apoya mucho en la sociedad local y en sus recursos internos, y persigue, por supuesto, un aumento de la renta y un aumento del valor de la producción, pero sin olvidar la calidad de vida.

Tiene como objetivos poner en valor espacios marginados y que sean atractivos para una inversión, tanto externa como para movilizar capital interior hacia estos territorios. Pretende acabar con la monoproducción. Precisamente, uno de los aspectos fundamentales del desarrollo rural, al menos, bajo mi punto de vista, es que es un desarrollo multifuncional, está sustentado por actividades diversas, está sustentado por sectores económicos muy distintos, que van desde el sector primario a la fuerte terciarización que están asumiendo también los espacios rurales. Es decir, no implica una sola actividad, es el fin de la monoproducción agraria, para pasar a lo que se ha denominado la multifuncionalidad de los espacios agrarios: numerosas funciones económicas, numerosas actividades económicas convergen, precisamente, en estos territorios.

Tiene como objetivo también una transformación de la sociedad, una sociedad que queremos que crea y que valore sus posibilidades, que supere el victimismo tradicional, que tenga fe en unos nuevos procesos, que tenga una voluntad de conexión exterior; lo local no significa localismo, significa asumir una realidad territorial determinada, pero no al margen de una conexión exterior. Y significa pasar -y este es el problema, quizá, más importante- del productor agrario al empresario rural: decir de una parte de la sociedad que estaba articulada en orden a producir unas determinadas actividades, a cambiar de mentalidad hacia otras más diversas y en una idea empresarial muy diferente a la que se ha tenido hasta ahora, y un desarrollo rural que para mí tiene una gran conexión con lo urbano.

Es decir, así como hasta este momento hemos vivido en un importante antagonismo rural-urbano, y parece que estos dos aspectos o estos dos territorios se enfrentaban, en un futuro tenemos que articular y lograr una gran conexión entre lo rural y lo urbano, porque es la única manera de vertebrar realmente un territorio.

La red urbana conectada con una red rural, con un espacio rural de flujos -ya les diré cómo entiendo yo, después, este espacio rural, en un espacio amplio, que, al menos para mi juicio, supera al municipio- y en un espacio complejo en este aspecto.

¿Qué fines...? (Sí que les pediría, por favor, que si son amables de cerrar la puerta, porque yo nunca leo, y cuando tengo que fijar, al menos, mi atención en mi cabeza para tener una actuación lo más correcta posible, pues, me puedo distraer. Muchas gracias).

Como fines importantes, naturalmente, tendremos que fijar población. Estamos en algunos territorios de Castilla-León... Antes señalaba uno de sus compañeros parlamentarios, cuando subíamos, que en algunas provincias se está llegando a problemas graves; yo les decía: en otras casi hemos tocado fondo, porque estamos, realmente, en unos umbrales de dos, de uno, de casi 0,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que o reaccionamos para salvar eso que nos queda en los sitios que podamos, o, si no, será, realmente, grave el problema, e incluso si somos capaces de atraer población. Y ya hay espacios que se están proponiendo políticas inmigratorias eficaces para atraer población, para que no solamente fijemos esa población, sino que aumentemos nuestros recursos humanos.

Es importante movilizar el capital interior. Hemos vivido, también, en territorios con una capacidad de ahorro importante, en la que ha habido una gran evasión de riqueza, en las que hemos sufrido, precisamente, una importante evasión de esa riqueza; tenemos que intentar movilizar ese capital interior. Hay que ordenar el territorio, tenemos que ordenar unos recursos, hay que crear o renovar un tejido empresarial local, según los casos, porque es el armazón sobre el que sustentemos nuestro desarrollo rural; tenemos que desarrollar más las infraestructuras y hay que invertir, también, en capital humano, en el que nos queda, sobre todo en formación de ese capital humano y en lo que les voy a denominar como "formación permanente".

Y estos fines nos van a fijar las estrategias de desarrollo que debemos aplicar para los territorios rurales. Unas estrategias que yo les diría deben ser equilibradas. Porque, si no ordenamos nuestros recursos, lo que ahora es recurso, vamos a sufrir una pérdida progresiva de ellos; vamos a quedarnos, precisamente, sin esos recursos por su deterioro, por su subutilización o por su mal aprovechamiento. Si carecemos de gente, tendremos el mayor estrangulamiento hacia el desarrollo, que es la carencia de capital humano. Si solo apostamos por atraer capital externo, caemos en el problema que antes les señalaba de la deslocalización y de las graves tensiones que pueden generar esas solo inversiones exteriores. Si solo apostamos por infraestructuras, se nos queda muy cojo el banco, porque si bien las infraestructuras son imprescindibles para el desarrollo actual, sin embargo, por sí mismas, solas, pueden llevar a hacer más fácil la evasión del desarrollo hacia otros puntos, a conectar más una serie de puntos, pero sin que ese desarrollo pase por nuestro territorio. Y si solo invertimos en capital humano, tendremos lo que hemos tenido en muchas ocasiones en nuestra Región, que es la evasión y la fuga de cerebros.

Por lo tanto, hay que actuar de una manera equilibrada, planteando unas estrategias de desarrollo, en este sentido, que sean unas estrategias múltiples.

Otro problema que se nos plantea con respecto a lo rural, porque no estamos hablando de un sector. Y permítanme que me entretenga un poquito en estos planteamientos, porque cuando después les haga referencia a los problemas que veo desde el punto de vista político en relación con los territorios rurales, están un poquito asentados sobre esta filosofía. No estamos hablando -como les dije antes- de un sector, no estamos hablando, ni muchísimo menos, de una actividad económica, sino que estamos hablando de un territorio y de unos territorios que apuestan por una actividad múltiple y que apuestan por esa multisectorialidad que les acabo de decir. Unos territorios complejos donde vamos a tener no que rechazar la tradición, sino combinar la tradición con la innovación; y eso, a veces, genera unas tensiones también importantes. Y, sobre todo, un problema, y es que tenemos que ordenar recursos muy dispersos, que no están concentrados en un solo espacio, sino que están sometidos; y esta Región es un ejemplo de cómo el territorio pesa mucho en su organización, de cómo el territorio tiene un impacto importante -y debería tenerlo más todavía- en su organización, por las dificultades que entraña su extensión, su variedad, su riqueza en todos los sentidos. Y ordenar esos recursos dispersos significa crear, dentro de los espacios rurales, territorios cohesionados y territorios internos con una determinada entidad y con una determinada cohesión.

Si bien -como les decía- hablar de lo rural es un poco pretencioso, porque tendríamos, casi, que hacer un análisis específico de cada uno de esos territorios rurales... porque no es lo mismo un territorio rural próximo a un gran espacio metropolitano, próximo a una gran ciudad, que está sometido a las influencias, a las tensiones de la ciudad; no es lo mismo un territorio rural colindante o vecino de una región dinámica o que esté afectado por el dinamismo de otra región; no es lo mismo la base socioeconómica de unos territorios rurales u otros; y no son los mismos sus recursos. Pero aun a costa de caer en algunos problemas, pues voy a hacer una especie de pequeña síntesis de cuáles deben ser esos territorios o esos recursos en los territorios rurales, qué problemas tienen los territorios rurales y cómo está actuando la política en este sentido.

Los recursos, naturalmente, son muy variados porque están fundamentados -como antes les señalé- en esa idea de multifuncionalidad a la que queremos caminar. No podemos desestimar los recursos agrarios; desarrollo rural no significa desagrarización. Lo agrario tiene que estar presente en lo rural. Los territorios rurales no pueden ser solo lugares de ocio para los habitantes urbanos; tienen que ser algo más. Y el sector agrario debe pesar en ellos, donde tenga importancia, con producciones muy diferentes, donde la calidad, la diferenciación y la seguridad alimentaria tiene que ser nuestra seña de identidad.

Existe como recurso el saber hacer local; este saber hacer local que ahora mismo ha dado lugar a un gran proyecto europeo internacional, donde están implicados casi diez o doce países, donde se han introducido algunos países del mundo mediterráneo que quieren y aspiran en un futuro a formar parte de la Unión Europea, y que intenta revalorizar y poner en juego la importancia que tiene ese saber hacer local propio, que va desde la artesanía a la gastronomía, a la tradición, a la cultura, a la singularidad de un espacio; todos los recursos naturales que queramos.

Porque la propia marginación ha detenido, en muchos casos, el deterioro natural; aunque los espacios rurales no están ausentes de problemas medioambientales, también el sector agrario ha sido y ha tenido sus implicaciones con el medio ambiente, desde la deforestación a la pérdida de suelo, en muchas ocasiones, o a los problemas del agua.

Pero encontramos recursos como el paisaje como recurso; el paisaje en sí mismo como un recurso propio que empieza a tener un valor, que las gentes, la sociedad, quiere disfrutar de ese paisaje, y que el problema -como les dije antes- a lo mejor está en ponerle un precio: ¿cuánto está dispuesta la sociedad a pagar por mantener un paisaje natural? Porque eso significa también unos costes, eso significa una nueva educación, una nueva mentalidad, que en otros países está más desarrollado que en el nuestro, pero que tenemos la obligación de ir generando, también, esa mentalidad. Todos estamos dispuestos a pagar por un cine, por un espectáculo, pero ¿cuántos estamos dispuestos a pagar por contemplar, por disfrutar de un paisaje que, naturalmente, necesita de unas inversiones para su mantenimiento?

Tenemos recursos naturales que tenemos que incorporar al sistema productivo, y que esta Región es enormemente rica. Desde la micología, la caza, la pesca, los forestales, productos no aprovechados desde muchos puntos de vista. Recursos turísticos, pequeños tejidos industriales locales, que los tenemos ya asentados. Empezamos a tener una percepción externa de la Región buena, que significa una atracción exterior. Empezamos a ser valorados. La gente quiere venir a estos territorios dotados de unas singularidades.

Aparecen también movimientos sociales internos, que significan una inquietud, que significan que la sociedad interna se mueve, que quiere cambiar, que exige a los que tenemos o tienen -en este caso, ustedes más- unas responsabilidades. Y que, además, empezamos a ver un territorio cohesionado, sobre todo a través de las actuaciones de los programas o de la iniciativa LEADER y de la PRODER.

Por lo tanto, creo que contamos con un abanico de recursos importantes, pero tenemos muchos problemas. Problemas que podríamos reducir o diferenciar los siguientes:

Carecemos de un proyecto vertebrado de desarrollo rural, donde, sectorial y territorialmente, tengamos de verdad unos objetivos claros como proyecto de desarrollo rural. Se han hecho importantes actuaciones específicas, concretas, pero a mí, por lo menos, me falta ese gran proyecto de desarrollo rural.

Tenemos problemas sociodemográficos. Claro que sí. No vamos a estar hablando todo el día del envejecimiento, de la pérdida de recursos, porque esto lo sabemos todos; pero están ahí. Tenemos escasos recursos humanos, tenemos un fuerte envejecimiento. Hoy saben que se inaugura en Madrid el segundo gran... Conferencia Internacional sobre el Envejecimiento, y probablemente tengamos que tener una nueva percepción del envejecimiento. Porque antes, cuando la esperanza media de vida al nacer era de setenta años, cifrábamos el envejecimiento en sesenta y cinco años. Para mí el envejecimiento no es un problema; el envejecimiento es un logro y un aspecto enormemente positivo de la sociedad. Yo creo que es la mayor revolución que ha hecho la humanidad, el incrementar las esperanzas de vida al nacer, porque todos queremos vivir, y es lo que más nos separa precisamente del mundo subdesarrollado. Tenemos que mantener ese envejecimiento con buena calidad de vida, pero también con una población que pueda asumir nuevas iniciativas.

Pero también les diría que muchas veces en la persona madura, en la que tiene ese saber local, innato, interno, puede ser un recurso si se le forma, que muchas veces el problema está cuando se une el envejecimiento con la escasa formación. Nos encontramos con problemas de individualismo, con problemas de desinformación, con problemas de aceptación de una situación por parte de la sociedad rural, que a veces no es fácil la sociedad rural. Es una sociedad más adaptada, con un sentido entre el escepticismo, el victimismo, quizá de una trayectoria anterior.

Y tenemos una baja tasa de actividad femenina. La mujer todavía no se ha movilizado de una manera eficaz y efectiva en el desarrollo de los espacios rurales, aunque ustedes saben muy bien que la mujer ha tenido siempre una actividad encubierta. Desgraciadamente, la mujer ha llevado una actividad económica importante, aunque en los centros, en los padrones, nos encontramos siempre con "sus labores", cuando realmente su trabajo ha sido efectivo. Pero de cara a la sociedad, sigue teniendo nuestra región una tasa muy baja.

Fíjense que, ahora mismo, en las conferencias últimas de la mujer se ha centrado en un 60% de tasa de actividad femenina la ideal en los espacios desarrollados. Estamos muy lejos, precisamente, de esa tasa de actividad femenina. Tenemos problemas económicos, de escasas inversiones, de débil tejido empresarial, de dominio de estructuras productivas tradicionales, y a veces de conflictos entre el agricultor y los nuevos empresarios.

Y tenemos problemas territoriales derivados de -todavía- pequeños individualismos municipales, autarquías locales. El mundo rural está muy ensimismado en muchas ocasiones, muy unido a su propio municipio asimismo; tiene que salir de él. Carecemos, a veces, en algunos espacios, de unos centros rectores en un territorio. Y nuestras infraestructuras, pues, tienen, por supuesto, que mejorar.

De la unión entre recursos y problemas van a resultar tres aspectos fundamentales con los que quiero terminar mi intervención: lo que suponen las políticas de actuación para, precisamente, resolver los problemas e incluso mejorar y optimizar nuestros recursos, las estrategias del desarrollo que deben orientarse para esa mejora de los problemas, y las bases para llevarlas a cabo. Serán los tres apartados últimos a los cuales me referiré.

Como les dije al principio de mi actuación, tengo muy claro que el papel de una política en desarrollo rural es grande en estos momentos. A lo mejor estoy equivocada, pero veo fundamental la actuación de una política rural a efectos de combinar esas dos cosas de recursos y problemas en unos territorios muy vulnerables. Yo ahora tengo bastantes interrogantes, que los hago en voz alta y que, a lo mejor, ustedes me dan la luz en algunas de estas incógnitas que yo tengo. Y si no, ojalá sirvan para sus debates y, naturalmente, para su trabajo.

El primero es si de verdad creemos todos en el desarrollo rural en la línea en que lo he planteado, es decir, en un desarrollo rural multifuncional, en un desarrollo rural que supera el crecimiento económico, que forma parte de esa filosofía armónica de ordenación de recursos, de multifuncionalidad de actividades, de un cambio social, de un cambio territorial. Porque si creemos en ello, tenemos de verdad por delante una tarea muy grande. Y si creemos en ello, ¿cómo se ha adaptado esta nueva concepción a la propia Administración de nuestro Estado, a nuestra propia Administración Autonómica, e incluso, por supuesto, a la propia Unión Europea?

El problema está en que la Unión Europea arranca de que el desarrollo rural y la producción agraria están desligados. La producción agraria en la Unión Europea va por una parte, el desarrollo rural va por otra. Es más, si ustedes... como conocen muy bien, y mejor que yo, lo que dice y toda la filosofía de la Agenda 2000, señala que el desarrollo rural es el segundo pilar de la PAC, el segundo pilar de la Política Agraria Comunitaria, cuando debería ser -si de verdad concebimos el desarrollo rural en el sentido que les digo- de una forma inversa y distinta.

Los Estados asumen la concepción comunitaria y dan el protagonismo a lo agrario, a una escala institucional y a una escala autonómica. Todo el desarrollo rural, por ejemplo, depende del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de las Consejerías correspondientes. Solo conozco el caso de Galicia, que está unido a la Consejería de Economía el desarrollo rural, porque a veces hablar de turismo rural, de patrimonio, en un enclave estrictamente agrario, pues, tropieza con verdaderos problemas.

En este sentido, yo diría: ¿se han analizado en profundidad si todos los beneficios de la PAC han contribuido a una verdadera transformación de los espacios rurales en cuanto a transformación de estructuras agrarias, en cuanto a impulso de otras actividades, en cuanto a creación de empleo?

Porque yo soy muy partidaria que espacios marginales -y no me lo tomen ustedes por otra posición- tengan sus subvenciones cuando ellos, por sí mismos, no pueden salir a flote en esa transformación de sus estructuras. Pero también tenemos que pedir que, superados unos umbrales, esas subvenciones tengan una repercusión efectiva en el territorio. No todos los agricultores y todos los empresarios agrarios están actuando de la misma manera, y hay gente que arriesga, hay gente que invierte y otras personas que no lo hacen.

Yo creo que tenemos la obligación también de preguntar cómo se está funcionando en este sentido, porque los problemas futuros que va a generar la ampliación, aquellos espacios en los que los efectos de la PAC hayan incidido de una forma efectiva en la transformación de sus estructuras tendrán, realmente, unas posibilidades de salir adelante, porque no vamos a poder continuar mucho tiempo así.

En segundo lugar, yo les diría... si están articuladas todas las políticas sectoriales de los distintos sectores económicos que convergen en los territorios rurales: la política agraria con la política turística, con la política industrial, con patrimonio, con la ordenación de los recursos naturales. ¿Tenemos articuladas esas políticas, esas actuaciones entre sí? Ahí tenemos unos grandes interrogantes. Yo creo que hemos diferenciado, vía Europa, y teniendo como ejemplo lo que hace la Unión Europea, realmente, una gran diferencia entre una actividad de peso como ha sido lo agrario y una alternativa de importancia que se considera secundaria. Y entiendo que el desarrollo rural debería ser la premisa mayor, y, a partir de ahí, introducir lo agrario e introducir toda otra serie de políticas integradas, y hablar, precisamente, de territorios en esa filosofía multifuncional que le señalé.

Entiendo también que hay a veces demasiadas políticas con competencias en el desarrollo rural, y eso nos puede llevar a una dispersión de fondos, y a veces a una dispersión también de resultados. Yo, en este sentido, tengo que romper una lanza en favor de las actuaciones de las iniciativas LEADER y de los PRODER en nuestro Estado y en nuestra Región, porque al menos las experiencias que conozco y mi experiencia con una iniciativa LEADER en un trabajo que estoy manteniendo, y ayudando en lo que puedo, en la provincia de Soria, en el sur de Soria, está dando muy buenos resultados.

Creo que puede ser interesante fomentar, e incluso a lo mejor en un futuro se puede invertir la tendencia, y lo que hoy tenemos como gran abanico de subvención y muy poquito de incentivo, en un futuro sea el incentivo el gran abanico, y la subvención, realmente, sin más, se reduzca. Saben ustedes que los estudios de la Comisión Preparatoria a la Agenda 2000, precisamente -entre las cuales se nombró a don José María Sumpsi como uno de los expertos españoles y que en algunos campos ha actuado en nuestra Región, en Castilla y León-, señalaba ya estos aspectos de cambio: incremento del incentivo de futuro y reducción de la subvención.

Otro problema que se me plantea desde el punto de vista de la política: toda la filosofía del desarrollo rural es de abajo hacia arriba, y todo el principio de subsidiariedad -que conocen ustedes muy bien- así lo implica. Pero, sin embargo, luego, todas las políticas son de arriba hacia abajo; es decir, que a mí se me produce una cierta desconexión entre lo que es la filosofía y lo que son los principios, que vamos de abajo hacia arriba, e incluso otorgando a la base municipal y a las actuaciones locales un papel importante, cuando a veces luego carecen de competencias y carecen de recursos para llevarlo a cabo.

Creo que en este sentido, en el proyecto en lo que ustedes mismos y sus Grupos Políticos están inmersos, en el Pacto Local, puede ser un aspecto enormemente importante, que ayude también a ensamblar estas actuaciones de filosofías de abajo a arriba, con políticas y actuaciones de arriba hacia abajo. Entonces, estas incógnitas que, desde el punto de vista político, se me plantean, de alguna manera, tienen que ser fundamentales para que podamos afrontar unas estrategias de desarrollo significativas.

¿Dónde baso esas estrategias de desarrollo? Pues en un primer punto, que entiendo que es ya de por sí polémico, y es sobre qué base territorial debe actuar el desarrollo rural. Entiendo que el desarrollo rural, concebido como se lo he dicho, y concebido en la línea de la multifuncionalidad y complementariedad de territorios, porque además todo no puede estar en todos los sitios, ni todos los sitios pueden tener producción agraria, turismo, industria -eso es imposible-, tendremos que asentarnos sobre una base que supere el municipio y sobre un territorio que este cohesionado.

Entiendo que el desarrollo rural en el sigo XXI se va a sustentar en un territorio... y permítanme que les diga como está funcionando ahora una gran ciudad o un sistema metropolitano, es decir, con una movilidad interna grande y con un sistema de flujos demográficos, sociales y económicos, que en un punto determinado habrá una producción agraria significativa, en otro punto de ese amplio territorio una industria determinada, otro será enfocado fundamentalmente hacia el turismo, otro estará dotado de una serie de equipamientos o de servicios, y lo que sí tendremos que garantizar es que esa cohesión y esos flujos sean importantes. Lo mismo que en una gran ciudad, en nuestro espacio de vida no tenemos todo, y estamos moviéndonos constantemente de la residencia al trabajo, al ocio, a los equipamientos, etcétera, etcétera.

Concebir el espacio rural como un sistema de flujos... y entiendo que esto entraña un problema de discusión política y de debate político, que es el tema de la comarcalización, donde en unos aspectos, pues, ustedes pueden tener una visión política u otra. Entiendo que la comarca introduce un cambio importante político, porque introduce un cambio, incluso, en la concepción provincial, en la organización provincial, en el tema y en el protagonismo de las propias Diputaciones, y eso entraña un problema de administración política que yo no tengo que resolver; serán ustedes, los políticos, quien lo tienen que debatir y ver sus pros y sus contras.

Ejemplos en España hemos tenido, desde conservar las comarcas de la República en la zona de Cataluña, porque, quizá, a veces sus resultados no han sido tan buenos, porque la comarca es un ente vivo y es un ente a mí... para mí, dinámico; es un ente que puede cambiar con el tiempo. Y, a veces, basarnos en comarcas tradicionales puede plantear disfunciones. Hay otros espacios que las están generando nuevas, como Aragón; creando, incluso, consejos comarcales.

Tienen ustedes que valorar políticamente esto. Pero mientras eso se hace, al menos funcionemos con espacios cohesionados y con espacios funcionales. Es decir, que sin llegar a los extremos... no empecemos, a lo mejor, por lo grandes debates, ese no lo pierdan; tiene que estar ahí. Pero mientras se resuelve políticamente, actuemos en el desarrollo rural, en territorios funcionales, en territorios cohesionados, donde podamos establecer un plan de actuación objetivo, donde podamos optimizar las inversiones y donde podamos optimizar también nuestros recursos.

En la Región, los territorios cohesionados casi de forma espontánea, a través de la iniciativa LEADER y de los PRODER, puede darles luz de cómo están funcionando, precisamente, estos territorios, que han tenido que unir, a lo mejor, tres, cuatro comarcas tradicionales, y que les puede ser útil de cómo están operando esos espacios a la hora, precisamente, de articularlo.

Creo que es muy bueno, porque se está generando una conciencia territorial distinta a la que había en nuestra Región, con dificultades -no lo niego-, pero al menos mis experiencias en la provincia de Soria, empezamos a ver que la gente quiere actuar en ese territorio amplio, que con mucho esfuerzo van superando la base de su propio municipio y de su propia comarca tradicional, y es importante.

En segundo lugar, la estrategia del desarrollo rural -y les pido disculpas si me estoy extendiendo demasiado- entiendo que debe estar muy sustentada sobre una ordenación del territorio. Ustedes ahora deben sacar... yo espero que las directrices de ordenación del territorio salgan pronto; yo tuve la oportunidad de leer y de estudiar el borrador y lo que tuvieron en su momento; incluso me atreví a hacer, pues, desde el punto más constructivo de mi aportación, pues unas referencias, unas reflexiones, que las hice llegar a las autoridades competentes. Y yo sí que les diría que saquen ustedes las directrices de ordenación del territorio con el mayor consenso político, porque las directrices de ordenación del territorio tienen que superar lo que es una legislatura, tienen que superar lo que puedan ser unas determinadas posiciones, y, en este sentido, deben fijar, precisamente, el modelo de desarrollo de nuestra Región. Que hagan el máximo esfuerzo las distintas fuerzas y posiciones políticas para que las ideas, en este caso -y permítanme, señores Parlamentarios y señoras Parlamentarias-, estén por encima de las ideologías.

Una ordenación del territorio que sea capaz de optimizar esos recursos, de orientar las actividades, de marcar la idea de protección y sostenibilidad, que eviten conflictos de uso entre una actividad y otra, cuando hablamos, precisamente, de varias actividades en un territorio, y que marquen las actuaciones futuras.

En tercer lugar -y muy unido a estas ordenaciones del territorio-, hay también que conocer, ordenar y orientar los recursos naturales, y no solamente proteger. Yo sé que en su Plan Forestal están bien definidos los recursos naturales, están protegidos; pero una vez que hemos llegado a la escala de la protección, a la escala de la salvedad y, sobre todo, de mantener unos principios de conservación de la naturaleza, tenemos luego que ordenar esos recursos. Ordenar es cómo controlamos la presión externa que sobre esos espacios protegidos están ejerciendo, a veces, grandes ciudades.

Hace poco visité el gran yacimiento de Atapuerca, donde incluso se nos pidió una pequeña opinión sobre algunos aspectos de ordenación, y Burgos está ahí amenazando con sus garras y su urbanización lo que puede ser, a lo mejor, el yacimiento. Solo declararlo como BIC puede no ser suficiente. Hay que controlar, a lo mejor, otros procesos: importantes yacimientos arqueológicos, zonas de recursos naturales que tenemos que controlar su acceso; el problema de las urbanizaciones, la actividad económica periférica, las visitas, la información, hasta -si me apuran- cómo ponemos los carteles en esas áreas naturales, con un poquito, a veces, más de... de cuidado o de mimo en un tema que es nuestro patrimonio... no natural, yo les diría nuestro patrimonio cultural.

Y, por supuesto, tenemos que integrar los recursos naturales en el sistema productivo. Ahora mismo tengo la oportunidad de participar en uno de los proyectos LIFE que tiene la Comunidad de Castilla y León en la zona de Soria, el Proyecto Myas, dentro de un LIFE Medio Ambiente, donde pretendemos que sea un proyecto demostración para que la micología y el tratamiento de los hongos, el aprovechamiento de los hongos, tenga una riqueza que revierta in situ en nuestros territorios y en nuestros municipios. Y ahí tienen ustedes pendiente una asignatura importante, que es el tema de la regulación. El tema de la regulación, que les compete a todos ustedes, que deben también realizar, que deben fomentar, que a veces se tropiezan con problemas internos, pero que, haciéndolo bien, de forma consensuada, viendo la realidad, contando con la sociedad local, puede ser un recurso que tenga una incidencia económica directa y, sobre todo, unas sinergias internas enormemente importantes, a través del turismo, a través de la gastronomía, en una conexión territorial en nuestra Región verdaderamente clave.

Por supuesto ahí, que todo lo que les pueda ayudar y lo que mi trabajo, pues, muy sencillo, pero realmente volcado con gran entusiasmo, desde el punto de vista académico en un territorio concreto les pueda ser útil, pues estaré encantada que así sea.

Importantísima la política forestal, no solamente desde el punto de vista del aprovechamiento y la repoblación, sino que hay un problema que nuestra Región tiene pendiente, que es el problema de la propiedad, regular el problema de la propiedad forestal. En una Región en la que ha habido una gran emigración, en la que se ha vendido poco y que, a veces, no sabemos de quién son los montes, que a la hora de ordenarlos, que a la hora de estructurarlos y a la hora de aprovecharlos, nos encontramos ahí con verdaderos problemas.

Yo les puedo decir que la Asociación Forestal de Soria ha tomado la iniciativa de engancharse a algún proyecto europeo a efectos de ir viendo los problemas de la propiedad forestal. Yo misma les he puesto en contacto con la asociación Forêt Méditerranéenne, que está funcionando en Europea de una manera clara y que esperan integrarse en la petición de un proyecto INTERREG. Yo les pediría que, si se dirigen a la Junta de Castilla y León o a ustedes, apoyen esta iniciativa, porque me parece fundamental contar con un proyecto demostración en nuestra Región, a partir -a lo mejor- de una provincia pequeña, que pueda verdaderamente extrapolarse al resto de la Región en el tema de la propiedad forestal.

Y, fundamental, crear para los recursos naturales un buen sistema de información geográfica. Me consta que desde el Plan Forestal tienen idea de apoyar un SIG; y un Sistema de Información Geográfica, creo que esa es una buenísima iniciativa, porque si no tenemos una buena información, una buena realidad de los problemas, difícilmente podremos caminar hacia una planificación buena.

Hay que montar estrategias sectoriales ligadas, precisamente, a la actuación de los distintos sectores económicos, que voy a resumirlas de una manera bastante precisa.

Primero, tenemos que consolidar las actividades primarias. Como les dije antes, no concibo un desarrollo rural fuera de lo agrario. Y tenemos que consolidar unas actividades orientadas hacia unos productos sí que marque la Unión Europea, que obtengamos unos ciertos beneficios, pero también hacia producciones de calidad, donde la gestión y la... y la comercialización se haga por los métodos y por los esquemas de la modernidad; esos productos de calidad que van unidos a los cambios de cultivo, a los cambios y a la mejora de razas en la ganadería, y que están unidos a todos los cambios en la alimentación, que ya no solo pide cantidad, en función de esos cambios de la demanda -a la que me referí en un principio-, sino que pide también calidad y pide seguridad. Ya no queremos comer una alubia determinada, sino que queremos... una alubia sin más, sino una alubia determinada, un vino determinado, una carne con una calidad específica; y eso empieza a ser un activo importante, realmente, para la capacidad de gasto que está teniendo esa sociedad urbana.

Y la unión de lo agrario con la industria agroalimentaria es clave, precisamente, en nuestra Región, y la innovación y la gestión, dos elementos fundamentales en ello, por supuesto, el impulso industrial de los territorios rurales, unidos a la producción agraria, a la transformación de los recursos naturales, a la industria de las nuevas tecnologías. Y estoy pensando en pequeñas y medianas industrias, no en las grandes industrias. Pienso más en generar ese tejido empresarial pequeño, local, que se asiente sobre el territorio, sin desestimar, por supuesto, si viene una inversión externa importante, pero con unos controles muy rigurosos, porque saben las tensiones a que nos estamos sometiendo.

En ese sentido, desde la creación del suelo industrial definido en las directrices de ordenación del territorio, es clave para los municipios, a, por supuesto, cualquier incentivo que haya de fomentar las redes empresariales, de vender y saber vender nuestros productos, de incentivar a los jóvenes y a las mujeres, que son dos colectivos enormemente importantes; pequeños, pocos, pero que pueden ser trascendentales en nuestra Región.

Y no me olvido del turismo. Tenemos la gran riqueza natural de patrimonio, que ustedes conocen muchísimo mejor que yo. Pero en el análisis que yo hago del turismo de nuestra Región y de las zonas donde yo trabajo, veo que hay muchos recursos turísticos, pero a veces pocos productos turísticos. Es decir, hemos mejorado en alojamiento, se han dado pasos adelante en vivienda rural, en camas, en el número de establecimientos que en esta Región se han creado en relación con el turismo. Pero faltan productos integrados, faltan productos articulados en orden a rutas culturales, desde las cañadas a la Ruta de la Plata bien estructurada, a la Ruta del Cid, al gran románico, a las rutas arqueológicas que tiene la Región y que deberían tener una unión y, a lo mejor, una articulación, saber vender esos productos específicos.

Porque el turismo rural, para que sea eficaz, tiene que ir detrás de una idea, es decir, un turismo más una idea, es decir, turismo y caza, turismo y gastronomía, turismo y cultura. Y, últimamente, en algunas encuestas que se han hecho a visitantes y a turistas de nuestra Región, se detecta que tienen pocas información, que no hay demasiada información en relación con lo que visitan y se encuentran un poco perdidos.

Y, en ese sentido, yo también les diría que piensen en algún producto ..... que pudiéramos, como seña de identidad regional, poderlo plantear como patrimonio de la humanidad. No solamente un hecho singular. Sé que tenemos patrimonio de la humanidad de muchos hechos singulares en nuestra Región, pero que pensemos en algún producto que aglutine... lo mismo que han hecho ahora mismo con el mudéjar aragonés, que ya se genera un producto de sello genérico en nuestra Región y que, después, todo aquello que está unido a él, a ese producto, tienen la seña de identidad de patrimonio, precisamente, de la humanidad.

Hay que mejorar, por supuesto, la gestión turística y hay también que mejorar la formación de los que están unidos, a veces, al turismo. El reto de futuro está en dar una oferta de calidad, porque el perfil, precisamente, del visitante del turismo interior es un perfil de retorno; es decir, cuando va a un lugar recibe un trato, una información, encuentra una relación calidad-precio, hemos detectado que es un turista que retorna; y retorna con frecuencia. Y hay un hecho positivo en nuestra Región, y es que, frente a otras regiones, el turista rural pernocta, porque a veces el turismo rural es mucho de día, y aquí ya hay un número de visitantes de permanencia, y eso lo tienen también ustedes que aprovechar.

Y, por supuesto, hay que reforzar los servicios, y fundamentalmente los servicios a la producción. Todo lo que gasten y empleen en marketing, en reforzar ferias y exposiciones, su presencia activa en las grandes ciudades; a lo mejor, la gran casa o la gran zona de proyección de Castilla-León en Madrid o en Barcelona, o en las grandes ciudades, o incluso en algún punto europeo, es fundamental, precisamente, para ese futuro.

Y todo esto no se puede hacer sin unas bases. Las bases es que contemos todavía con las actuaciones de esas iniciativas LEADER y PRODER. Yo espero que los problemas del LEADER Plus se resuelvan, que pronto esté en funcionamiento, que el PRODER esté en funcionamiento, y que estos grupos vayan consolidando sus actividades, porque son clave, en este sentido, a la hora de articular las políticas rurales territoriales.

No olviden... y vuelvo a insistir en los recursos humanos. No solamente en captar recursos, sino orientarlos hacia la formación y gastar e impulsar la formación, y sobre todo la formación permanente, recuperando esos saberes locales y orientándolos hacia los esquemas modernos, la política efectiva de infraestructuras que esta Región necesita.

Porque no olviden que la accesibilidad es fundamental para que todos estos hechos puedan ser una realidad. Actuamos sobre un territorio muy amplio, donde a nivel de Estado debería contar, precisamente, la dimensión territorial como uno de los criterios importantes a la hora de obtener también unos beneficios. Que las comunicaciones en nuestro espacio sean efectivas, porque difícilmente podremos hablar de tecnología y de innovación si hay espacios en los cuales no podemos conectar a la telefonía móvil, o tenemos esos problemas.

Y por supuesto que es clave la financiación. Ése es un tema verdaderamente espinoso y que en el medio rural tiene que combinar la financiación pública con la financiación privada; y que sería lo lógico la integración y la cohesión de las distintas Administraciones, e implicar, incluso incentivar, desde sus posiciones políticas, a entidades financieras a que inviertan en la Región y a que tengan -no lo sé- si sus beneficios o lo que ustedes entiendan conveniente para que puedan movilizar ese ahorro interno.

Esa combinación entre lo público y lo privado es fundamental, porque, si les dije antes que las políticas eran efectivas, sin la inversión, realmente, no hacemos nada.

He intentado, en esta hora que llevo hablando -algo más de una hora y diez minutos, por lo cual les pido grandes disculpas-, de... darles a ustedes algo útil; no sé si lo habré conseguido. Pero quiero que sepan que vivo con mucha intensidad, con mucho respeto y con mucha reflexión los problemas del desarrollo rural; que intento ayudar, desde mi Cátedra en la Universidad, no quedarme en los meros planteamientos teóricos, sino salir a la arena. Y he tenido la oportunidad, en la provincia de Soria y, sobre todo, a través de una iniciativa LEADER, poner ahí un poquito esa filosofía en la realidad. Y, por supuesto, me pongo a su disposición si en algún momento determinado les puedo ser útil.

Solamente quisiera hacerles una reflexión final. Y es que todo este desarrollo rural, en el cual ustedes, desde distintas posiciones -yo, desde la mía- del mundo de la intelectualidad, de lo académico, pero creo que estamos dentro de una misma recta, y que vemos el desarrollo rural como una realidad posible, con problemas, pero como una realidad de futuro que exige una voluntad política, que exige un compromiso social.

Y yo les pediría, desde mi humilde posición, que llegaran de verdad a un verdadero pacto político entre ustedes, por el desarrollo rural de la Región, porque nos jugamos mucho en el presente y también en el futuro. Sería importante que pudiéramos sacar el gran pacto por el desarrollo rural casi como un gran pacto de Región, lo mismo que son otros de Estado. Muchísimas gracias por su respeto y por su atención.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Muchas gracias, doña Mercedes. Para hacer preguntas u observaciones, tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Socialista, don Jesús Málaga Guerrero.


EL SEÑOR MÁLAGA GUERRERO:

Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias a doña Mercedes Molina Ibáñez por su intervención, que supone una profundización en temas en los que en... unos, en otras... en otras reuniones que hemos tenido de esta Comisión, han ido profundizando otros compañeros suyos, como es el profesor Valentín Cavero, o el profesor Enrique Clemente; y también personas ligadas al mundo agrario, como es el caso de Jerónimo Aguado, que vino la última de las veces que se ha reunido esta Comisión.

Yo creo que una de las cosas importantes que usted ha dejado claro es que estamos ante un problema grave, estamos ante una situación grave. Y, como usted ha dicho en alguna ocasión de su intervención, estamos ante un momento en el que hay que empezar a actuar, porque quizá estemos llegando... estamos llegando, si queremos, al fondo del problema, y quizá dentro de un tiempo, quizá, ya no podamos actuar, porque lleguemos demasiado tarde.

Yo estoy de acuerdo con usted en que el desarrollo rural es algo distinto del desarrollo económico, pero es también necesario el desarrollo económico. Es claro que... es verdad que hay algo más que el desarrollo económico -luego me extenderé un poquito en decir alguna cosa sobre esto-, pero, realmente, es necesario el desarrollo económico. Y estoy -¿cómo no?- completamente de acuerdo con usted en que el problema de la globalización margina a los espacios rurales y margina a todo aquello que empieza a ser irrelevante.

Pero yo quisiera aprovechar -hablo por el Partido Socialista- alguna cosa en relación con nuestra Comunidad, para dejarla aquí como constancia; aunque esta es una Comisión, ya le digo... normalmente evitamos el enfrentamiento político, pero sí es bueno dejar algunas cosas claras.

Mire, al principio, al comienzo de esta Legislatura, mi Grupo pidió la comparecencia de la Directora General de Asuntos Europeos para tratar dos temas que usted, claramente, ha hablado de ellos. Uno de ellos es el caso de la Organización Mundial de Comercio y, concretamente, la entrada de China, que supone realmente un antes y un después, puesto que China supone, prácticamente, una cuarta parte del mundo, digamos, del comercio del futuro.

Y también pedimos la comparecencia para la ampliación del este, es decir, los países del este. Pues yo pediría al Grupo de Gobierno que aceleren estas comparecencias, porque llevamos ya tres años de mandato, de Legislatura, y todavía no ha comparecido la Directora General. Y estos sí que son temas, como usted muy bien ha dicho, realmente fundamentales.

Es decir, que dos temas que nuestro Grupo tenía interés en conocer, y que, como todos ustedes saben, los de la Comisión, pues no ha podido... no ha venido todavía la Directora General a decirnos estos dos temas que a nosotros nos parecen importantes.

Usted nos habla de modelo territorial más o menos a nivel nacional, baja después, en algunos momentos, a modelos territoriales, y nos habla que no hay que ir a la concentración y sí a la dispersión. Éste es el modelo contrario al que ha ocurrido en Castilla y León. Aquí ha habido una concentración, que pudiéramos decir va desde Burgos-Palencia-Valladolid, y el resto ha ido al proceso de marginación. La marginación en esta Comunidad ha sido tan extrema que, prácticamente, todas las provincias periféricas se sitúan en una situación realmente alarmante, sobre todo algunas provincias en las cuales, como decíamos... como habíamos hablado cuando subíamos hace un momento, algunas provincias ya... yo creo es demasiado tarde; es el caso de Soria. En otras, como el caso del este de León, Zamora y Salamanca, realmente es una situación, realmente, muy muy preocupante, sobre todo lo que es la raya hacia Portugal; toda la zona, por ejemplo, de Vitigudino, la zona de Ciudad Rodrigo, toda la zona de... incluso de Ávila, que está junto a Salamanca, o las zonas de Zamora, son, realmente, procesos de abandono del mundo rural tan extremo que, realmente, podemos decir que en estos momentos vamos hacia un modelo que sería la concentración de la población en el eje Burgos-Palencia-Valladolid, y el resto, realmente, un desierto rodeando a esa gran conurbación.

Usted habla de poner... dar valor a los territorios. Nosotros hemos propuesto algo que usted ha hablado, y me parece muy interesante: la comarcalización. El Partido Socialista ha lanzado hace muy poco esa idea: vamos a revitalizar el proceso de las comarcas, ya que el proceso, simplemente, dejándolo a nivel provincial, lo único que se hace es ganar una cabeza muy fuerte y dejar despoblados todos los niveles.

Hay que ir a la fijación de población, pero esa fijación de población implica ya procesos realmente de -yo diría- casi, fíjese, de repoblación, como casi en la época de la historia de la Reconquista. Porque estamos ahora en pueblos donde ya no existe lo que llamaríamos vida; está llena, a lo mejor, de un grupo numeroso de ancianos, pero no existen jóvenes, no existe lo que llamamos -pudiéramos decir- población más dinámica que pudiera llevar a un cierto despegue de cada uno de esos pueblos.

Por darle algunos ejemplos: el otro día estuve manejando los datos estadísticos de Salamanca al año dos mil uno en los pueblos, y era asustante la disminución de la población, y observar cómo cerca de un centenar, si no superaba, no los conté, estaban ya por debajo de los cien habitantes. Eso supone, claro... y, además, viendo además la serie, vas observando cómo realmente todos esos pueblos van a la desaparición. Una desaparición que conlleva, por lo tanto, un proceso de despoblación, tan difícil después de recuperar, a no ser que se llevaran medidas drásticas, como les estoy diciendo, de llevar, fijar población, llevar inmigración o hacer una repoblación al estilo como se hizo en la Reconquista.

Habla usted de conectar lo rural y lo urbano. Efectivamente, lo rural y lo urbano está conectado, sobre todo, en todos aquellos pueblos que están alrededor de las ciudades, de tal manera que yo no consideraría el mismo modelo de desarrollo rural a los pueblos que están distantes, más o menos, diez, quince, veinte kilómetros de las grandes ciudades, del resto de los pueblos. Yo creo que no tendría nada que ver. Yo creo que, incluso, el comportamiento de los pueblos periurbanos tienen... -yo lo conozco más por el tema de planeamiento-, tienen un comportamiento como ciudad periférica más que como zona rural. Y es más: su dinámica y su comportamiento yo creo que responde claramente a ciudad y no a un comportamiento rural, como usted ha definido.

Estamos totalmente de acuerdo con usted en lo de la ordenación del territorio. Hay que ordenar el territorio si queremos saber adónde vamos; lo que no podemos hacer es dejarlo a la improvisación. No podemos dejar que el territorio vaya haciéndose a sí mismo sin marcarle, por lo menos, unas alineaciones.

Por ejemplo, un tema importante del que usted ha hablado, y que yo estoy totalmente de acuerdo y mi Grupo está totalmente de acuerdo, es el espacio. Esta Comunidad tiene, a diferencia del resto de las Comunidades de España, un valor; ese valor es el espacio. Y, por lo tanto, al tener espacio, tiene muchas más posibilidades para hacer un proceso de ordenación mucho más libre que aquellas otras Comunidades cuyo espacio está restringido y que está, por lo tanto, sometido a unas presiones del mismo. Por ponerle un ejemplo: la diferencia que hay entre nosotros y Madrid es que la Comunidad de Madrid se está comiendo la ciudad a toda la Comunidad. Es decir, toda la Comunidad responde a la propia ciudad. ¿Qué ocurre, sin embargo, en Castilla y León? Castilla y León tiene la personalidad de su propio espacio, por lo tanto, puede diseñar una ordenación de su territorio valiéndose de ese espacio, que es, realmente, uno de los recursos más valiosos de nuestra Comunidad.

Estoy de acuerdo también con usted en la coordinación de políticas. Los resultados de las ayudas europeas, sin embargo, los resultados de las ayudas europeas han sido pobrísimos. Estará usted conmigo en que el dinero que ha llegado a la mayoría de las provincias de Castilla y León -y yo le hablo por la mía- han ido a los ladrillos. Es terrible observar cómo el enriquecimiento de mi provincia, que es... realmente ha llegado muchísimo dinero europeo, lo que han hecho en los distintos pueblos, en vez de invertir en el pueblo, han ido a la ciudad y se han comprado un piso. Porque, si no, es inexplicable que una ciudad como Salamanca, que lleva varios años en los que está disminuyendo la población, tengamos desde hace veinte años la construcción de dos mil, dos mil quinientas viviendas año. Eso significa que estamos atrayendo a todos los pueblos, y la gente de los pueblos los abandona, lo que hacen con el dinero que viene de Europa, lo invierten en ladrillos y compran. Y lo que se está haciendo es un gran negocio en las grandes ciudades; estamos engordando cada vez más las ciudades.

Pero hay algo más, usted ha hablado -y con muy buen criterio- cómo las políticas han ido de arriba a abajo, cuando, a lo mejor, lo más eficaz hubiera sido ir de abajo a arriba. Pero yo le digo una cosa: en estos momentos... yo creo que en estos momentos el mundo rural -por lo menos el que yo conozco-, difícilmente va a poder nacer de ellos una... una corriente salvadora, porque en muchos de ellos ya no hay esa vitalidad que había, ese cambio estratégico.

Los flujos entre... y las estrategias de desarrollo y los modelos de ciudad van a cambiar sustancialmente, incluso, con algunas de las cosas que usted ha dicho. Por ejemplo, el dato de hace tres días; desde el punto de vista internacional va a cambiar drásticamente todo el mundo rural: el que ya tengamos la composición genética del arroz y sabemos que, a lo mejor, vamos a tener en los próximos meses la composición genética de la mayoría de los cereales, eso va a cambiar, desde el punto de vista científico y desde el punto de vista de la vida rural, todo. Le doy un dato importante: el arroz supone la base de la alimentación de la mayoría del mundo, y si tenemos la composición genética y podemos hacer variaciones de ese arroz para que se pueda dar en lugares donde no se necesite tanta agua, o donde puedan darse, incluso, en zonas desérticas, etcétera, etcétera, haciendo cambios genéticos, estamos ante una verdadera revolución del mundo rural, del mundo rural y del mundo agrícola.

No digamos ya lo que supone... ahora tenemos ya la melano... Drosophila melanogaster, pero dentro de muy poco vamos a tener ya el genoma de todos los animales; animales que van a ser interesantes desde el punto de vista de la alimentación y que, por lo tanto, van a dar al traste con todo lo que tradicionalmente hemos considerado. Estamos, por lo tanto, en las puertas de un avance tecnológico, desde el punto de vista del mundo rural, sobre todo, en lo que supone toda la cabaña y en lo que supone todos los cultivos generales, que van, a mi modo de ver, a revolucionar el mundo rural. Y, además, lo van a revolucionar desde un punto de vista positivo, puesto que va a haber producciones mucho mayores y va a haber una especie de vuelco de la ciencia sobre el mundo rural.

Le he dicho... le he dicho antes -perdone el que lo haga un poquito deslavazado, puesto que le he ido cogiendo los datos según iba usted hablando de la comarcalización-, nosotros, nuestro Grupo ha planteado al Grupo Popular la comarcalización como una de las formas de defender el proceso de la Comunidad, ¿no?

Y habla usted de espacios funcionales entre... espacios funcionales rurales. Fíjese, aquí ya lo hemos discutido alguna vez, pero sí quería dejarle... hablarle de una serie de cuestiones que son fundamentales. Primero, yo creo que debe de haber espacios funcionales no solamente entre los pueblos y entre las comarcas, sino también entre Comunidades. Por ejemplo, las Comunidades, a veces, han hecho también una especie como de fronteras o paredones que están impidiendo una cierta comunicación. Le pongo el ejemplo que conozco mejor que es el de Salamanca. Nosotros, por ejemplo, en nuestro... el sur de Salamanca tiene un contacto muy estrecho con Extremadura. Debe de haber, por lo tanto, una gran fluencia de comunicación y una gran fluencia de actividades entre Extremadura y Salamanca. O, por ejemplo, en toda la zona de Segovia y de Ávila con Madrid, o, por ejemplo, todo el oeste de Castilla y León con Portugal, ya pasando a lo que sería una comunicación entre países. Cómo es posible -se lo iba a decir al final, pero...- cómo es posible que dos países que son complementarios y que son países hermanos y que tienen las mismas... los mismos problemas hayan vivido tantos siglos de espalda uno al otro, como es el caso de España y Portugal.

Por lo tanto, yo creo que, efectivamente, hay que ir a la comarcalización, una comarcalización muy enlazada entre ellas, entre las propias comarcas, entre los países limítrofes, entre las Comunidades limítrofes. Y una ordenación del territorio que estoy de acuerdo debe ser consensuada políticamente, porque éste sí que es un tema, el que estamos discutiendo, un tema fundamental para el futuro de esta Comunidad.

Es decir, así como puede haber otros temas que podemos estar de acuerdo o incluso decir unos una cosa y otros otra, y entra dentro del juego político, aquí nos estamos jugando el futuro de esta Comunidad. Y, por lo tanto, como nos estamos jugando el futuro de esta Comunidad, hay que sentarse y hay que ser conscientes de que esto hay que pactarlo entre todos, porque estamos hablando de, quizá, del tema más serio de la Comunidad Autónoma.

Yo quiero terminar hablando de alguna cosa interesante del final de su intervención. Yo creo que nosotros debemos coger modelo de algunas otras Comunidades que no les ha ido tan mal en el desarrollo rural. Por ejemplo, yo veo, cuando voy a Galicia, que -por poner un ejemplo de una Comunidad gobernada por el Partido Popular- no es lo mismo que Castilla y León. Yo creo que -por poner otro ejemplo de una Comunidad gobernada por mi Partido, el caso de Extremadura- no es lo mismo el desarrollo rural de Extremadura que el desarrollo rural de Castilla y León. Y, por lo tanto, es bueno saber y salir fuera y buscar otros modelos que sí han funcionado.

Y en cuanto a estrategias sectoriales, estoy de acuerdo en consolidar las actividades primarias con esa... con ese... esa precisión que le he hecho sobre lo que va a suponer los grandes avances tecnológicos en cuanto a los cultivos. Lo de la calidad, estoy también totalmente de acuerdo. Y en cuanto al turismo, yo creo que esta Comunidad tiene la suerte de tener algunas cosas que no las tiene nadie y que pueden definir claramente el turismo de futuro. La primera el Patrimonio: no hay quien nos gane en patrimonio, es decir, una Comunidad que tenga tal cantidad de... de hitos históricos, artísticos, etcétera, no creo que lo haya en toda España e, incluso -me atrevo a decir-, en Europa y en el mundo... O el románico, o los caminos. Fíjese, una de las cosas importantes para esta Comunidad es que es un lugar, éste es un espacio que comunica, por aquí hay que pasar para muchos sitios, y, por lo tanto, a veces, el hecho mismo de ser un lugar de encuentro, un lugar donde te cruzas para ir a distintos caminos, eso es un valor positivo.

Le vuelvo a repetir: a mi modo de ver, para el futuro también es importantísimo el espacio, somos una Comunidad donde podemos caminar kilómetros sin ver ni una sola edificación. Y eso en Europa no existe en ningún sitio. Es la única, es uno de los pocos... bueno, lo hay en, quizá, en Rusia, pero en la Europa Occidental, encontrarte espacios donde puedas recorrer en coches kilómetros y kilómetros sin encontrarte absolutamente nada, ese, el espacio, lo que usted hablaba, quizá, un poco del paisaje, eso es algo que es un valor.

Pero hay otras cosas, por ejemplo, importantísimas: el castellano. Mire, hay una cosa que le voy a decir que puede ser interesante de cara al futuro de esta Comunidad. En Salamanca se ha explotado... -en mi ciudad, donde yo vivo- se ha explotado el tema de la enseñanza a extranjeros del castellano, y han proliferado un montón de... bueno, aparte de las dos Universidades, un montón de academias que traen gente de todos los sitios, y está entrando una gran cantidad de dinero por la explotación del aprendizaje del castellano. Por lo tanto, a mí me parece que eso también es un valor.

Y, por último, yo creo que estoy totalmente... estamos totalmente de acuerdo con usted en el tema de las infraestructuras. Yo siempre pongo un ejemplo que es significativo. Fíjese, para comunicarse norte-sur en Castilla y León, norte-sur en Castilla y León por una vía normalita -ya no digo que sea una autovía, sino una carretera normalita-, no tenemos ni una sola carretera normal que vaya norte-sur desde la Vía de la Plata -que pasa por Salamanca- hasta Guarda, y desde Salamanca a Guarda hay unos ciento ochenta o casi... vamos, casi cien... casi doscientos kilómetros de... de distancia. Los ciento cuarenta, ciento cincuenta, ciento sesenta kilómetros que hay de una ciudad a la otra, no hay ninguna comunicación norte-sur.

Eso implica que cualquier persona que quiera ir, por ejemplo, de Zamora, o que quiera ir de León al sur de Salamanca por esa zona, tiene que ir a las... le es más rentable ir a la ciudad y volver otra vez al sitio de origen. Eso, que lo traería el famoso Eje del Duero o que... quiero decir, se podría edificar una... o construir una carretera que tuviese esa fluidez, hace que muchos de los problemas del éxodo de estos pueblos esté claramente muy implicado por el tema de... sobre todo de las comunicaciones.

Y termino, antes de agradecerle su trabajo, diciéndole una cosa: los jóvenes huyen de los pueblos. A veces, en los pueblos tienen ya de todo, como muchas veces se dice cuando... cuando se va a los pueblos: ¿cómo se va la gente de los pueblos, si ahora ya hay de todo; si tienen televisión, tienen...? Pero hay una cosa que es importante también, cuando se estudia el éxodo de la gente del pueblo a la ciudad, y es la soledad, el problema de la soledad. Yo he hablado con muchísimos jóvenes, muchos jóvenes de los pueblos, y lo primero que te dicen cuando les preguntas: pero bueno, ¿y cómo es posible que os vayáis del... del pueblo, si tenéis ahora todo, si estáis...? Entonces, lo primero que te contestan, dice: "Sí, pero estamos solos". Y el hombre necesita... el hombre es algo sociable. Y, entonces, si para ir a la ciudad están comunicados por carreteras que están malas, si en el pueblo no tienen nadie, inmediatamente que tienen la posibilidad de algo, van a la ciudad y dejan el pueblo.

Nada más. Son unas cuantas reflexiones ante lo que usted ha dicho, que me ha parecido realmente interesante. Y agradecerle, igual que a sus compañeros que estuvieron con anterioridad, los desvelos por... por hacer, bueno, pues mejor esta Comunidad Autónoma. Gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Gracias, Señoría. Como al principio hizo un recordatorio a esta Presidencia por las comparecencias que teníamos pendientes, también quiero aclararle que con usted había hablado y con algún miembro de su Grupo para traer también personalidades que nos pudiesen aclarar mejor esos temas, que no que la Directora General. Quiero decirle que nosotros hemos hablado con doña Encarnación Redondo, que nos... estaría dispuesta a venir por aquí, y estoy a la espera de que me dé usted un nombre para poder convocarles. Gracias.

Y por el Grupo Parlamentario Popular, para intervenir, tiene la palabra don José Antonio de Miguel.


EL SEÑOR DE MIGUEL NIETO:

Sí. Gracias, señor Presidente. Intentaré ser breve. En primer lugar, agradecer la comparecencia de la Ilustrísima Decana de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, Mercedes Molina, demostrando así la amabilidad que ha tenido con estas Cortes y la deferencia.

Y diré que el Grupo político al que represento, el Grupo Popular, tiene una coincidencia casi absoluta del análisis que usted ha hecho del desarrollo rural, así... tanto en los objetivos como en los fines. Estamos de acuerdo en que hay que intensificar la acción política en este campo para conseguir solucionar los problemas que tiene la situación actual.

Compartimos también al cien por cien que hablar de desarrollo rural es hablar de una filosofía. También lo decía el Portavoz del Grupo Socialista, que es algo más que un factor económico. Estamos hablando de una filosofía que engloba una acción conjunta sobre todos los factores que operan dentro de un mismo territorio homogéneo. Hemos de incidir en la valorización de los recursos específicos de nuestras zonas, basándonos en su calidad y su diferenciación, adaptándonos a la demanda existente en cada momento.

Ante la incógnita de la reforma de la PAC, hemos de intentar conseguir que la actividad agraria se complemente con una actividad empresarial más amplia, que explote de una manera sostenible los recursos hasta ahora infrautilizados, con el fin de fijar población, para que ello, no nos cabe la menor duda, y... para ello, no nos cabe la menor duda del papel tan importante que tiene el agua, y los regadíos, y todo el Plan Nacional de Regadíos en la generación de empleo en estas zonas.

Hay que destacar, dentro de este ámbito, el papel importantísimo que tiene que jugar el aprovechamiento -como usted bien ha dicho- de todos los recursos... de todos los recursos naturales, como puede ser la micología, puede ser la caza, la pesca, el monte o el propio paisaje. Usted nos ha hecho ahí una pregunta, porque, de alguna manera, es competencia nuestra, y está en nuestro ámbito el regular, por ejemplo, la regulación micológica. Hemos de decir que yo creo que desde estas Cortes ya se han dado hace tiempo los primeros pasos. Hay una ley que ya está en vigor, que es la Ley del Aprovechamiento de los Recursos Agropecuarios, que -hemos visto- ha dado pie para que algunos Ayuntamientos ya hayan tomado la iniciativa por su cuenta y, dentro de las facultades que les atribuye la Ley, estén ya regulando de alguna manera, a través de sus propias ordenanzas, estos aprovechamientos.

Hemos visto cómo en la provincia de Soria ya se han puesto, por lo menos, en marcha iniciativas tendentes a regular todo lo que es la compraventa de la micología. No se puede ya actuar libremente en el monte, como venía ocurriendo hasta ahora; y que, de alguna manera, todo esto está recogido, amparado y da posibilidades a las propias... a los propios Ayuntamientos para que hagan sus propias ordenanzas, a través de la Ley de Aprovechamiento de los Recursos Agropecuarios Locales.

Nos preocupa también sobremanera en este análisis sociodemográfico que usted ha hecho, aparte del envejecimiento, el individualismo, la soledad -que también argumentaba el Portavoz del Grupo Socialista-, la desinformación o el propio pesimismo tendente de toda esta gente, sobre todo la baja tasa -que usted también ha hecho un especial hincapié- de actividad femenina o, lo que es peor, la falta de mujeres en el ámbito rural. Y le pregunto a usted si no cree que es un factor determinante para fijar también la mano de obra masculina, y cómo se podrían evitar estas carencias, debido a que, en la actualidad -y más las chicas que los chicos-, estudian carreras universitarias, con lo que es bastante más complicado, una vez terminadas estas, que vuelvan a ejercer esta carrera en el ámbito rural.

En el resto de su extraordinaria y detallada exposición, coincidimos también plenamente, desde luego, en que el ámbito de aplicación de las políticas estratégicas para este desarrollo ha de ser superior al del municipio, y han de ser espacios amplios, cohesionados y homogéneos, con características comunes, que en la mayoría de los casos pueden coincidir con las demarcaciones que ahora tienen los grupos de acción local LEADER y PRODER; que, al mismo tiempo, estos programas tienen que ejercer también una gran labor económica y social en las zonas, fundamental, aunque sus recursos, en principio, nos puedan parecer limitados.

Y qué duda cabe que el Pacto Local, actualmente en proceso de negociación -como usted sabe-, ha de tener una gran importancia, por lo que significa la transferencia a los Ayuntamientos de las competencias... muchas competencias acompañadas de los medios económicos necesarios para llevarlas a cabo.

Usted nos ha hecho una reflexión, o también una pregunta, y podemos estar en parte de acuerdo. Usted nos ha puesto el ejemplo de Galicia, que no ocurre como, por ejemplo, en Castilla y León o a nivel nacional, que todas las políticas de desarrollo rural dependan solamente de la Consejería de Agricultura o del Ministerio de Agricultura.

Estamos completamente de acuerdo que tiene que haber más Consejerías que se impliquen, y -¿cómo no?-, fundamentalmente, una de ellas tiene que ser la de Economía -como en Galicia-, e incluso me atrevería a decir que tampoco nos podemos olvidar de la Consejería de Medio Ambiente, que en Castilla y León también la tenemos. Es un factor importantísimo a jugar también -creo- que tiene la Consejería de Medio Ambiente, a través de la propia Ley de Montes -que usted ha hecho referencia-, del propio anteproyecto, por ejemplo, que está en vías de aprobación, de... de la Ley de Vías Pecuarias, etcétera. Estamos completamente de acuerdo que, seguramente, no podemos solamente desde el ámbito de la Consejería de Agricultura tratar todo lo que se refiere al desarrollo rural.

Por último, y para terminar, diremos que todo este proceso, desde luego, tiene que ir acompañado, aparte del impulso político... --y, desde luego, también compartimos la idea de que, además, este impulso, cuanto más consenso tenga, muchísimo mejor para el desarrollo rural- tiene que ir acompañado con el compromiso de todos los agentes sociales implicados, con el fin de conseguir la participación necesaria que, emanando desde la base, por supuesto -tal y como usted ha dicho-, de abajo arriba, logre que el desarrollo rural sea una realidad y no solamente una teoría.

Nuevamente agradecer su comparecencia. Y nada más, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Gracias, don José Antonio. Y para contestar a las cuestiones planteadas, tiene la palabra doña Mercedes Molina.


LA SEÑORA MOLINA IBÁÑEZ:

Muchas gracias, señor Presidente. Y muchas gracias también a los dos Portavoces, del Grupo Socialista y del Grupo Popular, por sus intervenciones.

Y permítanme ustedes que empiece por algo que los dos Grupos han coincidido, que es que estamos frente a un tema tan trascendental que exige un consenso político. Y yo quiero empezar mis palabras, desde fuera de lo que es la política, rogándoles a ustedes que asuman con verdadero interés esto que aquí se ha lanzado, y que nos sentemos, o se sienten a trabajar. Y ahí decirles que si en algún momento determinado... igual que otras personas de un gran prestigio -como ha citado el Portavoz del Grupo Socialista-, me tendrán a su disposición para trabajar y cuanto les pueda ayudar en estas cuestiones para una Región que -como ustedes saben y yo he dicho en más de una ocasión- nos jugamos mucho y tenemos una situación difícil, pero, quizás, un futuro prometedor si lo hacemos bien.

Voy a referirme, en primer lugar, a las observaciones y a las reflexiones que ha realizado el Portavoz del Grupo Socialista, y, por supuesto, bien, muy bien estructuradas, no deslavazadas; a lo mejor ha sido deslavazada mi intervención, pero tampoco es fácil tratar de sintetizar en tan poco tiempo algo tan profundo como es el desarrollo rural. Les pido, en ese caso, también mis disculpas.

Creo -insisto- que es fundamental las decisiones de política internacional que he citado. Y creo que es bueno que ustedes tengan la máxima información y, por supuesto, reflexionen ante ello, porque de ahí va a depender parte del futuro europeo, tanto en relación con la PAC, cuanto en relación con los fondos estructurales y los fondos de cohesión.

No vamos a poder continuar, probablemente, como estamos. Y tanto las decisiones de la OMC como las propias decisiones de la Unión Europea van a influir sustancialmente en estos espacios.

Y aquellos que han sabido transformar y que han sabido ser de verdad empresario agrario... Yo tengo -igual que les dije antes- un gran respeto por el político honesto, que trabaja al servicio del bien común en una u otra posición ideológica -los que somos de verdad demócratas así lo tenemos que asumir-. Siento un gran respeto por el empresario que es de verdad empresario y que sabe reinvertir en su propia explotación para generar más beneficio, pero para generar también más empleo y para generar también más riqueza; no en el que invierte en otros sectores económicos con fines especulativos.

Por ejemplo, usted ha señalado el tema de la construcción. Por eso dije: no todos los agricultores han utilizado igual sus fondos. Ha habido gente que ha utilizado los fondos de la PAC y está trabajando con gran sacrificio y con gran esfuerzo en mejorar su explotación, y otros no. Y eso habría que saberlo, y premiar al que lo ha hecho y que ha sabido transformar sus estructuras. Y, desde luego, no sé si castigar -o con las medidas que ustedes tomen- a quien no lo haya hecho, porque no todos han funcionado de la misma manera.

Cuando me refería al modelo territorial disperso a partir del desarrollo rural, la propia filosofía del desarrollo rural implica una cierta dispersión territorial, porque, desde luego, todo no va a estar en todos los municipios, y habrá municipios que desaparecerán, y habrá municipios que, a lo mejor, son irrecuperables. Y yo les voy a decir más: habrá municipios que, a lo mejor, queden solo como segunda residencia, es decir, que sean recuperados como segunda residencia, igual que hay ahora muchas zonas de playa y de turismo de verano que solo tienen actividad una determinada época del año.

En ese sentido, el modelo territorial va hacia un modelo de complementariedad. En ese espacio funcional, en ese espacio comarcal -llámenlo ustedes como quieran-, pero en un espacio supramunicipal, tendremos una zona orientada hacia una producción agraria de calidad, otra donde haya un empleo industrial, otra donde, fundamentalmente, se dedique a la actividad turística, u otra más marginal a parques eólicos; pero que no haya conflictos de usos internos entre ellos, que haya complementariedad, que haya flujos. Porque también, si eso lo logramos con un núcleo que, de alguna manera, actúe como centro rector, evitaremos también ese problema que ambos Grupos han señalado, el problema de la soledad o el problema del abandono y de la... estar desasistidos, que ese es un problema verdaderamente serio.

Si somos capaces de articular la movilidad rural, generando unos buenos equipamientos en un centro rector de ese espacio funcional, donde haya unas buenas comunicaciones y la gente se pueda mover; porque si ustedes diseñan un buen espacio funcional, con un centro rector o en una comarca -llámenla como quieran- donde tenga unos equipamientos y una buena movilidad interna, podremos superar ese problema, y podremos superar, a lo mejor también, ese mito de lo rural, lo mismo que hay un mito de lo urbano.

Quiero decirles una cosa a los dos Grupos Políticos: yo estoy en trato con mucha gente joven que termina sus estudios universitarios y, a veces, me encuentro con graves problemas porque no tienen, a lo mejor, una opción de empleo en la propia ciudad. Personas que van de beca predoctoral a becas posdoctorales, que llegan a casi treinta y tantos años con unos currícula y unos esfuerzos impresionantes. Y les digo que estarían dispuestos -porque yo hablo mucho con mis estudiantes- a venir a un medio rural si tienen empleo, si tienen iniciativas o -mejor dicho- incentivos para una iniciativa empresarial, si hay una política social y justa de vivienda, que puedan acceder a una vivienda a un bajo precio.

Y estarían dispuestos a venir, porque también hay mucha soledad en lo urbano. El tema del botellón, saben ustedes que genera también, en ese sentido, una soledad urbana grande entre la gente joven que, a veces, no les hemos sabido dar lo que verdaderamente debería haber dado esta sociedad. A eso me refería en esa articulación territorial, en esos flujos territoriales, y huir un poco de la concentración tradicional -como usted bien ha señalado- que la gran ciudad ya de por sí hace. O sea, tratar de que, aunque haya un centro rector que sea un núcleo mayor y que tiene que asumir la mayor dotación de los servicios, no caigamos de nuevo en la concentración de solo en ese núcleo, sino que seamos capaces de articular ese espacio.

Y, por supuesto, comparto con usted que la funcionalidad excede lo que es una frontera autonómica, una frontera estatal. Los flujos socioeconómicos no entienden de fronteras, lo mismo que las barreras naturales no existen. Quizá, si se leen la Constitución de Andalucía, que tienen en su base una realidad comarcal, a mí hay un tema que me preocupa de esa Constitución y es que la rompen las provincias. O sea, dentro de su espíritu, que es muy bueno, sin embargo, creo que hay un problema porque rompe lo que es la comarca con el límite provincial. Y claro, hay espacios -como usted bien señalaba- que tienen que estar conexionados.

Y yo creo -como geógrafa- que hay un sistema de flujos que es imparable, y esta Comunidad no debe ignorar lo que hace Extremadura, o esta Comunidad no debe ignorar lo que hacen otras Comunidades periféricas. Y, por supuesto, comparto que cualquier ejemplo rural que veamos que es bueno, proceda de un campo o proceda de otro, proceda de una Comunidad gobernada por el Partido Popular como ha hecho Galicia, que tiene experiencias importantes, o proceda de Extremadura o de Andalucía o de Castilla-La Mancha, gobernada por otro Grupo Político, que sea bueno para nuestra Región, lo asuman ustedes y trabajen dentro, por supuesto, de ese consenso político.

En la conexión rural urbana, me refería también en que el nuevo desarrollo rural no tiene que enfrentarse a lo urbano. O sea, hasta ahora hemos visto lo rural como un espacio antagónico a la ciudad, y yo creo que ya lo rural tiene que estar en conexión con la ciudad. ¿Y cómo? Me explico: pues, mire, habrá desarrollos rurales cuya producción y cuya actividad económica haya servicios que estén en la capital provincial -¿por qué no?- y haya una conexión entre la ciudad y lo rural, y que haya mayor vinculación económica entre la actividad rural y la actividad de la ciudad. Lo mismo que ahora las empresas de Guadalajara contratan sus servicios en la ciudad de Madrid, y en el modelo de Madrid como servicios a la producción. Pues a eso me refería, a que haya una mayor complementariedad entre lo que es la ciudad y lo que es el mundo rural, que no vivan como zonas territoriales antagónicas. Y por supuesto que comparto con usted que a veces la gran ciudad come al medio rural, donde queda ya subsumido en esa gran ciudad o en esa expansión urbana generando ahí, pues, un periurbano, un urbano, una zona metropolitana difusa.

Es más, yo a veces he dicho -y lanzando un poco de polémica- que ya esa dicotomía entre lo rural y lo urbano ha desaparecido, porque si ahora mismo definimos con unos parámetros qué es lo rural, con los parámetros tradicionales, a veces nos queda muy poquito de rural. Desde luego en Madrid no tenemos nada, ni siquiera en la sierra pobre, porque la segunda residencia ha terciarizado todo el ámbito rural, y hay servicios y hay otro modo de vida, hay otro comportamiento de la sociedad. Entonces, tenemos que ir a romper esas dicotomías tradicionales; a eso me refería.

Y por supuesto que estoy completamente... -y ve que lo he dicho- en el tema de la ordenación del territorio, que siendo complicado en este... en esta Comunidad nuestra, sin embargo, también es un activo fundamental que tenemos en nuestra Comunidad. Y esa ordenación, que salga, por supuesto, con el mayor consenso posible.

Y cuando dije que el desarrollo rural es algo más que crecimiento económico, naturalmente no estoy marginando ni el crecimiento económico ni la actividad económica. Es más, el desarrollo rural se tiene que sustentar sobre esa transformación de la economía, sobre unas estrategias sectoriales, agrarias, industriales, de turismo, de servicio, que creen riqueza, que eleven rentas, que incrementen el producto local; pero, sin embargo, que no estén al margen de una idea de sostenibilidad cultural, ambiental, que vayamos por otro modelo con una filosofía de desarrollo quizá, pues, más social, menos productivista. En ese sentido es a lo me refería.

Y, por supuesto, me satisface pensar que ambos Grupos plantean la necesidad de una coordinación política en esta materia. No lo sé si deciden ustedes que el desarrollo rural tenga más competencias, una Consejería u otra; esa será una discusión política que ustedes deben abordar. Lo que sí les digo es que el desarrollo rural exige una política específica, y, a veces, yo veo una desconexión grande entre algunas políticas sectoriales. Es decir, el turismo va por un lado, o la ordenación de espacios naturales por otra, el patrimonio va por otra. Nos preocupamos del patrimonio -usted ha dicho, hay un gran activo-, pero a veces tampoco tenemos un gran sentimiento de mantener el patrimonio de nuestras construcciones rurales. Y así como en el tema artístico cultural tenemos un gran patrimonio -y es verdad-, yo veo que no centramos mucha atención en ese patrimonio del hábitat rural, el mejorar... que a lo mejor solo con una pintura se puede cambiar una nave agraria, que tenemos poca sensibilidad a la hora de poner cemento en una plaza importante o las calles de un pueblo histórico; y eso también tendríamos que cuidarlo. Pero nuestro patrimonio en Castilla y León, realmente, es muy rico de una manera clara. Por supuesto que el avance tecnológico -como bien ha señalado- para el medio rural es fundamental.

Usted ha señalado todo el tema del arroz, puede haber una gran revolución en los cultivos y en toda la mejora de razas, efectivamente. Y ahí está el reto, que la innovación tecnológica en el mundo rural, en absoluto está reñida ni con la tradición, ni está reñida con la modernidad.

En cuanto a un tema que yo no he mencionado y usted sí, en el tema de patrimonio, y me parece fundamental que lo haya hecho, que es el tema del castellano. Y es verdad que es un activo. Y yo se lo digo también... ha señalado usted la experiencia de Salamanca, y yo le diría que en la propia Universidad Complutense, los programas extranjeros que estamos teniendo mayor éxito son los programas de convenios con Universidades norteamericanas de cara, precisamente, al estudio del castellano y de la cultura, no solamente de la lengua, sino también de la cultura, con una aceptación verdaderamente importante.

Y creo que ese es un activo que desde la Universidad y desde las Universidades de Castilla León debería explotarse, incluso... -perdón, la palabra explotación- de una manera mejor o mayor todavía de lo que hay, porque tenemos ahí una puerta de entrada al mundo verdaderamente importante en ese sentido.

Y nada más. Darle las gracias por su intervención. Yo también he recogido sus ideas, y decirle que para mí, pues, ha sido una experiencia interesante, en este sentido, encontrarme aquí presente.

Por lo que se refiere a la intervención del Parlamentario del Grupo Popular, darle las gracias también por haberme permitido estar aquí. Soy yo la afortunada en el día de hoy, porque para mí es una experiencia nueva -como les dije antes-, y ojalá sea útil mi trabajo a todos ustedes.

Como le dije antes, quizá me ha gustado mucho escuchar de sus palabras lo del tema del consenso, lo mismo que me gustó escucharlas de la voz del Parlamentario Socialista. Y decirle como, además, en la Comunidad de Castilla León, su Grupo Parlamentario, tiene ahí la responsabilidad, que tenemos un reto importante en relación con el desarrollo rural, que debe superarse el tema de partidos y que debe superarse el tema ideológico, porque solamente así seremos capaces, o serán capaces ustedes, de construir de verdad un proyecto importante.

En un tema que -como bien ha señalado usted- hay que intensificar la acción política, y que además subrayé también en mi intervención, porque son territorios muy vulnerables. Señalaba también el representante Socialista, hay algunos que no pueden por sí mismos salir a flote. Y usted lo ha dicho: debemos intensificar esa acción política, y creo que eso es fundamental. Esa acción política y, a lo mejor, una acción política nueva articulada en otra Consejería, o articulando todos los sectores y todas las actividades que están dispersas hoy en distintas Consejerías y que, a veces, no están articuladas como usted señalaba también en el tema de la reforma de la Administración, la coordinación de políticas es verdaderamente importante.

Me satisface mucho oír la respuesta que los Ayuntamientos empiezan a dar a la regulación micológica, porque estamos perdiendo y subutilizando unos recursos que cada vez son más valorados por las sociedades urbanas y que nosotros no lo vemos como recurso efectivo. Casi lo hemos visto como una anécdota, o casi lo hemos visto en algunas ocasiones como un recreo, como una cosa lúdica, cuando en otros países -las experiencias en este sentido del norte de Italia creo que son muy efectivas- están dando un verdadero beneficio a los territorios de origen. Y me parece fantástico que se regule la compra y venta de los hongos, porque estamos acostumbrados a ver el expolio de camiones que vienen de fuera, de otras regiones, que destrozan a veces el monte, y que lo único que hacen es llevarse una riqueza hacia otras Comunidades Autónomas que no dejan en nuestra Región. Y creo que estos son pasos importantes que deben dar y que, probablemente, desemboquen, si ustedes lo consideran necesario, en hacer una Ley que regule todo el aprovechamiento micológico en Castilla y León de una manera clave.

Hacía usted referencia a algo importante que es el tema del regadío en... ante la incógnita de la PAC. Y es verdad, el regadío es fundamental, siempre y cuando se oriente bien. El problema que a veces hemos tenido en España es que muchos regadíos se han orientado hacia producciones tradicionales, se han orientado hacia cereales, se han orientado hacia unos productos tradicionales o que, a lo mejor, tenían pues una subvención por parte de las políticas comunitarias. Creo que ese regadío, que es clave, debería orientarse o hacia cultivos industriales o hacia cultivos que tengan realmente esa venta de calidad en un mercado hoy y fundamental. Y me ha... me deja satisfecha que señale el papel del agua precisamente en este campo, porque debe ser fundamental.

Me ha hecho una pregunta muy directa sobre qué opino y cómo veo yo el tema de la carencia a veces de mujeres ante la baja tasa de actividad femenina. No les voy a plantear -y a poco que hayan conocido mi talante por mi intervención- una caravana de mujeres, ¿eh?, como hicieron en otros planes, en Huesca...

Yo recuerdo que en los años ochenta, finales de los setenta, años ochenta, ya estaba en Madrid, porque yo me formé en la Universidad de Zaragoza, y además estudié en mi tesis el tema del agua en Aragón, a partir de los aprovechamientos hidroeléctricos sobre todo, y los conflictos de uso, y me llamaron para tener un debate ahí de distintas ideologías y grupos en Aragón. Y ahí ya se planteó por parte de un sociólogo una inmigración típica, que citó una palabra que a las mujeres no nos gusta, y, por lo tanto, como la vi con una cierta connotación machista no la voy a citar.

Pero no es ese mi talante de traer una caravana de mujeres, pero sí generar incentivos para esta gente joven y para mujeres que a través de pequeñas empresas, de pequeñas industrias, incluso si quieren de fomentar cursos con una discriminación positiva hacia la mujer de formación, donde ya hay programas europeos en este sentido, desde el programa NOW, algunos fondos del Fondo Social Europeo. Y hace muy poco he estado participando en la Universidad Complutense en un curso sobre regulación de recursos naturales orientado sólo para universitarias mujeres, en el cual se intentaba fomentar, precisamente, la idea de pequeñas empresarias en el mundo rural, a partir del aprovechamiento de los recursos y de la gastronomía y de algunas... saberes locales que la mujer ha tenido en sí mismo y ha aportado en sí mismo.

Atraigan ustedes a esa población femenina a través de incentivos empresariales fomentando cooperativas, por ejemplo, de mujeres en actividades que puedan tener pues un impulso, mujeres empresarias que no sean sólo mano activa subsidiaria de otras personas, sino que ellas mismas sean capaces de ser empresarias, y, por supuesto -como dije-, sin olvidar las políticas de vivienda que para la gente joven pueden ser eficaces en los medios rurales, y que pueden ser fundamentales.

En el tema de la comarca -como ya contesté al Grupo Parlamentario Socialista y a su Portavoz- he dicho... como ha visto usted cómo pienso y sé que hay problemas, a veces políticos, en afrontar una determinada posición u otra; pero, desde luego, mientras resuelven si se va hacia una comarcalización con consejos comarcales, políticos y demás, que eso puede llevarles a ustedes a un mayor debate, al menos centren el desarrollo rural en esos espacios funcionales, en esos espacios operativos que a través de los grupos LEADER y PRODER están funcionando.

Y, en este sentido, yo sí que me atrevería a decirles que sería bueno que se articularan más las actuaciones de los grupos LEADER y PRODER, que hubiera más conexión entre estos grupos LEADER, más reuniones, más contacto a escala provincial y regional, para que pudieran también poner sus experiencias encima de la mesa.

Y el tema del Pacto Local que usted ha señalado, yo lo encuentro clave a este respecto del desarrollo rural. Es verdad que hay municipios, en los ocho mil y pico municipios que tenemos en España, muy diferentes y que va a tener una situación muy distinta en cuanto a su planteamiento, y es un pacto que exige el consenso político de los grupos implicados en este sentido.

Y para terminar, también quiero darle las gracias, lo mismo que hice con el Parlamentario Socialista, por haber recogido parte de mis ideas, por haberme escuchado y, por supuesto, por haber intervenido como lo ha hecho. Nada más y muchísimas gracias a todos ustedes, a los cuales me pongo a su disposición para lo que pueda serles útil en cualquier momento. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Muchas gracias, Señorías. Y sobre todo agradecerle a usted, doña Mercedes, haber puesto su sabiduría al servicio de estas Cortes y de Castilla y León. Sin más asuntos, levantamos la Comisión.

(Se levanta la sesión a las trece horas veinticinco minutos).


DS(C) nº 331/5 del 8/4/2002

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Diario de Sesiones de las Cortes de Castilla y León
V Legislatura
Comisión No Permanente de Asuntos Europeos
DS(C) nº 331/5 del 8/4/2002
CVE: DSCOM-05-000331

DS(C) nº 331/5 del 8/4/2002. Comisión No Permanente de Asuntos Europeos
Sesión Celebrada el día 08 de abril de 2002, en FUENSALDAÑA
Bajo la Presidencia de: Demetrio Espadas Lazo
Pags. 7937-7956

ORDEN DEL DÍA:

1. Comparecencia de D.ª Mercedes Molina Ibáñez, S.C. 310-I, para informar a la Comisión sobre Desarrollo Rural.

SUMARIO:

 **  Se inicia la sesión a las once horas diez minutos.

 **  El Presidente, Sr. Espadas Lazo, abre la sesión y comunica las sustituciones.

 **  Primer punto del Orden del Día. SC 310-I.

 **  Intervención de la Sra. Molina Ibáñez, para informar a la Comisión.

 **  El Presidente, Sr. Espadas Lazo, abre un turno de intervenciones para los Sres. Portavoces de los Grupos Parlamentarios.

 **  En turno de Portavoces, interviene el Procurador Sr. Málaga Guerrero (Grupo Socialista).

 **  En turno de Portavoces, interviene el Procurador Sr. De Miguel Nieto (Grupo Popular).

 **  Intervención de la Sra. Molina Ibáñez, para responder a las cuestiones planteadas.

 **  El Presidente, Sr. Espadas Lazo, levanta la sesión.

 **  Se levanta la sesión a las trece horas veinticinco minutos.

TEXTO:

(Se inicia la sesión a las once horas diez minutos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Sí, buenos días. Vamos a dar comienzo a esta Comisión de Asuntos Europeos. Y tenemos hoy ante nosotros a doña Mercedes Molina Ibáñez, que es Decano de la Facultad de... Complutense de Madrid y, además, una persona que ha trabajado mucho y ha hecho... ha publicado libros de desarrollo rural, ha intervenido en conferencias y... pues persona... nos parece muy competentes para hablarnos del tema que nos ocupa, que es el desarrollo rural.

Ya, sin más preámbulos, damos la palabra a doña Mercedes... Perdón, antes de nada, si algún Portavoz tiene que comunicar alguna sustitución. Sí, por el Grupo Socialista.


EL SEÑOR MÁLAGA GUERRERO:

Por don Antonio Losa, Conchi Martínez; y por don Fernando Benito, don Manuel Lozano.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Sí. Don José Antonio, por el Grupo Popular.


EL SEÑOR DE MIGUEL NIETO:

Gracias, señor Presidente. José Manuel Miano sustituye a Emilio Arroita, y Alejo Riñones sustituye a Alejo de Castro... a Jesús de Castro.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Gracias, Señoría. Pues, para hablar de desarrollo rural, damos la palabra a doña Mercedes Molina.


LA SEÑORA MOLINA IBÁÑEZ:

Bien. Muchas gracias, señor Presidente. Y permítanme que mis primeras palabras sean de gratitud a las Cortes de Castilla y León y, muy en concreto, a este grupo de trabajo en temas europeos, preocupado por el desarrollo rural. Recojan todos ustedes este agradecimiento personal. Y yo le rogaría también al Presidente de la Comisión que lo haga saber al Presidente de las Cortes.

Les digo que vengo a esta sesión, primero, con un gran respeto y, segundo, con una gran responsabilidad. Gran respeto, porque los que amamos y defendemos y, en su momento, aportamos nuestro pequeño granito de arena para que la democracia en nuestro Estado fuera una realidad, intervenir en un foro como este, por lo menos para mí significa mucho. Debo decirles que es la primera vez que tengo una intervención ante un Parlamento, ante una Comisión Delegada de un Parlamento; y, por lo tanto, estoy ante los representantes directos del pueblo, dentro de un pluralismo ideológico, y ello significa para mí -como les dije- mucho. Nunca me he dedicado a la política, pero tengo un gran respeto por el político que, convincente o bajo unas condiciones ideológicas, se pone no al servicio de un Partido, sino al servicio de un bien público, que ése es, precisamente, su gran trabajo y su gran labor. Por lo tanto, reciban mi respeto más sincero desde este momento.

Y, además, decirles que mi responsabilidad es grande: primero, porque estoy ante una serie de personas que están trabajando directamente con el problema del desarrollo rural, que conocen, probablemente, muchas más cosas que yo; y que, desde mi óptica desde la investigación y algunos trabajos efectivos y reales, y enfrentándome con el desarrollo rural fundamentalmente en la provincia de Soria, pues no sé si lo que he preparado les va a ser muy útil. Tómenlo, por favor, simplemente como unas reflexiones desde mi experiencia, que trato de una gran... o con una gran humildad plantearles aquí como interrogantes para debatir algunos problemas que yo mismo me enfrento día a día, y que, naturalmente, todavía no tengo respuesta. Quisiera serles útil en un tema verdaderamente complejo.

En primer lugar, yo desearía -aunque creo que es innecesario, pero les diré por qué lo hago así- plantearles mi propia concepción del desarrollo rural, que a lo mejor coincide o no coincide con ustedes, pero que a partir de ellas es donde voy a centrar toda mi intervención y todos mis planteamientos.

El desarrollo rural para mí es algo más que crecimiento económico. El desarrollo rural supone toda una filosofía, supone todo un método de trabajo, y no a partir de un sector económico ni a partir de una actividad económica, sino considerando todo un territorio. Es decir, no vamos a hablar de políticas sectoriales centradas en una determinada actividad económica, sino que vamos a hablar de un territorio complejo, con una serie de recursos, pero también con una serie de problemas, dentro del cual, si quieren, sólo tengo clara una cosa, que al tratarse de territorios muy vulnerables y al tratarse de territorios con graves problemas necesitan de unas políticas de acción y de unas políticas de intervención.

En un momento en el que nos movemos mucho dentro del neoliberalismo económico, los territorios rurales van a necesitar de unas políticas efectivas, sobre todo para que ayuden a salir de la inercia y solventar muchos de los problemas de estos territorios de una manera clara.

Todos los finales de siglo han sido -por llamarlo de alguna manera- unos momentos de reflexión, y, aplicados a los territorios rurales, podríamos hacer una breve comparación de lo que fue el final del siglo XIX, de lo que ha sido el final del siglo XX y el inicio del siglo XXI y de este nuevo milenio.

Yo les diría que terminamos un siglo XIX, sobre todo para nuestra Región, con una situación muy complicada, de retraso económico en un momento en que la industrialización dominaba la vida económica; que el modelo de concentración económica era claro, a través de un modelo urbano, y había un rechazo y una marginación por parte de los territorios rurales. La descapitalización humana fue el ejemplo más claro, el abandono por los poderes políticos y por los poderes económicos fue grande, y, a excepción de algunas actuaciones muy específicas, los territorios rurales quedaron muy al margen de la vida económica, muy al margen de la vida incluso política, y con graves problemas sociales internos.

El final del siglo XX, nos movemos en un dualismo importante: por una parte, los territorios rurales y, en general, todas las regiones interiores de los países -vamos a centrarnos en la Unión Europea- son rechazados por los procesos globales. Estamos inmersos en un economía global, en unos procesos globales en los cuales, en principio, los territorios rurales quedan al margen de ellos. La globalización, como saben ustedes, a pesar de ser una palabra que parece implicarlo todo, está demostrando unas graves y grandes desigualdades territoriales, unas graves y grandes desigualdades sociales, con unas barreras importantes cada vez mayores entre unos espacios y otros. Y yo les diría que la globalización está siendo uno de los procesos más selectivos desde el punto de vista territorial y desde el punto de vista social.

La globalización margina, en principio, estos espacios rurales. Por emplear las palabras de una socióloga americana, Saskia Sassen, que ha trabajado enormemente en estos campos, diríamos que constituyen, desgraciadamente, esos territorios que no interesan.

La globalización asume, fundamentalmente, el protagonismo de la ciudad, de los sistemas metropolitanos, que, como ya se ha dicho por parte de organismos internacionales, constituyen los sistemas metropolitanos los eslabones de la cadena de la producción global, y se establece la idea de competencia y competitividad territorial.

Hay lo que también se ha llamado, en palabras de algunos geógrafos -en este caso, y permítanme que cite al gran geógrafo brasileño Milton Santos, comprometido con estos procesos-, una guerra de lugares: una guerra por captar inversiones, por estar a la cabeza de esos espacios y por tener ese protagonismo.

Y eso lo estamos viendo, por ejemplo, cómo están funcionando ahora mismo, en nuestro Estado, las inversiones extranjeras directas. Y las inversiones extranjeras directas, según los datos que yo he podido manejar, últimos, al año dos mil, Madrid Comunidad, pero que pueden imaginar que Madrid, su sistema metropolitano fundamentalmente, asume el 75,9% de la inversión directa extranjera; Castilla-León, según mi información, está en el 0,09% de la inversión directa extranjera, y, además, perdiendo puntos y retrocediendo en este capítulo de espacio atractivo para los grandes procesos internacionales.

En nuestro Estado, se refuerza el papel metropolitano de Madrid, que gana terreno a otras Comunidades Autónomas, incluida Cataluña, que pierde también protagonismo, de una manera sistemática, al menos en los tres últimos años, siendo difícil hacer estudios comparativos de series largas, porque saben ustedes que se cambió la metodología en cuanto al análisis de las inversiones extranjeras, y, naturalmente, no podemos hacerlo.

¿Por qué voy a este punto? Porque nosotros y esta Región sí va a estar al margen de estos procesos globales, o, por lo menos, parece que la tendencia así lo demuestra. Naturalmente, ningún proceso es irreversible y puede haber cambios de tendencia. Tiene que buscar sus desarrollos y tiene que buscar sus alternativas, precisamente, en otras filosofías y en otros campos. Y ahí tiene un protagonismo importante todas las teorías de desarrollo local, y, dentro del desarrollo local, para nuestra Región, el desarrollo rural, con los pros, los contra, las luces, las sombras, que nos vamos a encontrar. Es más, yo diría que el futuro de Castilla y León -y permítanme que así lo haga- pasa, precisamente, por un buen planteamiento de desarrollo rural, por un programa coherente de desarrollo rural, porque a partir de él también seremos capaces de articular nuestro sistema de ciudades y una relación territorial rural urbana.

Y si antes les dije que los espacios rurales van a quedar al margen de un mundo internacionalizado y van a quedar al margen de los procesos globales, ahora les voy a decir cómo los procesos globales van a influir también directamente sobre estos espacios rurales, aunque no se tengan en cuenta a la hora, precisamente, de canalizar una inversión o de atraer una inversión por parte, sobre todo, de las grandes corporaciones multinacionales.

Cualquier rinconcito por pequeño que sea, cualquier espacio rural por minúsculo que sea, diríamos que está tocado y pertenece a un mundo internacionalizado.

¿Cómo están afectando esas decisiones del mundo internacionalizado a los espacios rurales...? Porque también de ésta aceptación y de estas ideas les demostraré, o al menos trataré de expresarles a ustedes las actuaciones y los problemas por donde debemos ir.

Consideraríamos lo siguiente: primero, las grandes decisiones de la Organización Mundial de Comercio. Cualquier decisión de la OMC está, precisamente, afectando a los espacios rurales, porque decisiones de la OMC pueden tener una repercusión muy directa, precisamente, sobre políticas agrarias, políticas de actuación sobre espacios rurales y, en este caso, políticas referentes a la propia Unión Europea, que pueden afectar a nuestros territorios.

Todos los cambios regionales en la política regional que afectan y acontecen a nuestro mundo, por ejemplo: desde la creación del NAFTA, el espacio entre Méjico, Canadá y Estados Unidos, o el gran mercado de las Américas, o la integración de China ahora mismo en la propia OMC, o la creación de cualquier conjunto regional, puede afectar sustancialmente al funcionamiento de los mercados agrarios.

La propia ampliación de la Unión Europea, la ampliación de la Unión Europea hacia el Este puede tener unas trascendentales consecuencias sobre nuestros espacios agrarios -y sobre ellas volveré dentro de un momento-, por lo menos, en lo que afecta, precisamente, a la Política Agraria Común, es decir, a la PAC. Y saben que ya se creó una Comisión de Expertos para ello -y ustedes son más especialistas en este campo que yo misma-, y ahora mismo la Unión Europea ha creado una Comisión de Expertos, entre los cuales hay algún español, a efectos de ver la trascendencia de la ampliación sobre los fondos estructurales y los fondos de cohesión en nuestro Estado.

Al mismo tiempo, los espacios rurales se pueden ver afectados por las nuevas concepciones del desarrollo que aparecen hoy en el mundo. Es decir, hoy también hay reacciones a la globalización y movimientos que, sin estar al margen de lo que son los procesos globales -porque yo, al menos, pienso que es un proceso imparable, sí que se pueden mitigar sus efectos-, desde los foros de Porto Alegre o cualquier acontecimiento que todos estos últimos años hemos vivido, empiezan a mantener posiciones de nuevas concepciones de desarrollo que superan el simple crecimiento económico, que se empieza a hablar de la importancia de la sostenibilidad ambiental y cultural, que se empieza a hablar de la equidad social, y que se empieza a hablar de los grandes problemas territoriales. Y todo esto, lógicamente, aparece ahí como una filosofía que va calando, y esto es positivo para nuestros espacios rurales, los cuales los vamos a apoyar y a sustentar en una nueva filosofía de desarrollo, como después les señalaré en este trabajo, que he intentado, al menos, prepararlo -como les dije antes- con el máximo interés y el máximo respeto dentro, naturalmente, del poco tiempo que en estos momentos tengo disponible.

Al mismo tiempo, los espacios rurales pueden estar afectados por la internacionalización de la economía, por una razón: porque pueden ser también un espacio muy semejante al espacio periférico del mundo del subdesarrollo, para implantar procesos de producción dentro de este modo de producción flexible que son aceptados en un momento determinado, bien buscando algunas subvenciones, o bien buscando algunas oportunidades en esta especie de guerra de lugares que estamos entablando, o bien buscando una mano de obra barata. Y vemos los problemas y las grandes tensiones que esto puede generar cuando se producen las deslocalizaciones empresariales, que en esta Región hemos vivido alguna, desgraciadamente, y con graves problemas en la provincia de Soria, en otras provincias. Y ahora mismo, al menos, esta mañana he escuchado la noticia del problema que puede suponer la deslocalización de una fábrica alimenticia en Aguilar de Campoo, con la pérdida de puestos de trabajo y el impacto que sobre el espacio rural puede tener, precisamente, esta decisión.

Pero hay otro aspecto que yo les diría puede ser no tan negativo en orden a esta relación entre lo global y lo local, que son los cambios en la demanda. Estamos asistiendo a unos importantes cambios y a unas importantes transformaciones en la demanda por parte, precisamente, de una sociedad global, y por parte de una sociedad urbana, y por parte de una sociedad que tiene un poder adquisitivo. Y estos cambios en la demanda, que -si quieren- han ido muy en paralelo a ese cambio de modo de producción del famoso fordismo de los años sesenta y que hizo su crisis en los años setenta, a la producción flexible actual, que hemos cambiado la cantidad por la calidad y la diferenciación. Y esto nos va a favorecer, porque, precisamente, estos cambios en la demanda, en los gustos, en las necesidades de una sociedad... o en unas que se van convirtiendo en necesidades de una sociedad, van a poner en valor unos recursos que anteriormente no estaban, precisamente, puestos en valor.

El problema con que nos enfrentamos es que esos recursos que tienen un valor, nosotros les tenemos que poner -como decía el gran poeta Machado- un precio, hay una gran diferencia entre el valor y el precio de las cosas. Pero esos cambios en la demanda van a favorecer sustancialmente a los territorios rurales, como les decía hace un momento.

En este sentido, por lo tanto, yo les diría que todas las transformaciones sociales que están aconteciendo hoy en un mundo internacionalizado, toda la trayectoria que llevan organismos internacionales, como he mencionado la propia Organización Mundial de Comercio y como, naturalmente, puede pasar con la Unión Europea, más los cambios en la demanda, nos van a permitir unos nuevos desarrollos, pero nos van a exigir también una gran transformación de nuestra actual estructura económica en los territorios rurales, porque dentro de estos cambios empieza a ser una incógnita la propia Política Agraria Comunitaria.

No sabemos todavía qué va a ser la nueva PAC, tenemos muchísima confusión con los fondos de cohesión, incluso con los fondos estructurales, pero estamos en un momento clave para afrontar un cambio y para afrontar, realmente, una serie de actuaciones.

Yo les diría que si no lo hacemos... y ustedes, señores Parlamentarios, tienen una gran responsabilidad -como dije antes, porque están representando a un pueblo, y para mí eso merece también, como dije en mi intervención, el máximo respeto a esta sala-, tienen ahí una importantísima tarea, porque de no hacerse esta transformación, yo les diría que la crisis futura será mucho más fuerte que la crisis que hemos vivido en tiempos pasados, y, probablemente, sea ya una crisis irrecuperable.

Y les voy a decir por qué. Porque si antes la competencia de territorios era rural-urbana, es decir, los territorios rurales compitiendo con las ciudades, con los territorios urbanos, ahora se está entablando una nueva competencia rural-rural, y aquellos espacios rurales que sean capaces de afrontar sus problemas, que sean capaces de transformar, precisamente, sus estructuras económicas, sociales y territoriales, serán los que primero se enganchen a esta nueva filosofía del desarrollo, y los primeros que se enganchen a esa competencia y competitividad de territorio.

Un desarrollo rural que no es fácil de definir porque implica muchas cosas. Primero, la palabra desarrollo, y después rural, porque hablamos de rural en singular, pero, realmente, tendríamos que hablar de territorios rurales, más que de territorio de desarrollo rural. Me van solamente a permitir que, de una manera y con unas pinceladas muy simples, señale lo que significa el desarrollo bajo mi punto de vista, con sus objetivos, sus fines, y lo que significa el territorio rural en este sentido.

Implica superar -como dije antes- el simple crecimiento económico, apuesta por una sostenibilidad ambiental y cultural, quiere crear un modelo territorial disperso, no un modelo territorial de concentración, aunque después les diré el papel que puede jugar el territorio y una red también jerarquizada en este sentido. Implica de una manera muy directa a la sociedad local, que adquiere ahí un protagonismo fundamental, y que sin caer en una idea de endógena absoluta... porque para mí ya esas expresiones, quizá, de endógeno y exógeno están superadas, porque hay una conexión entre ellas; sí que es verdad que se apoya mucho en la sociedad local y en sus recursos internos, y persigue, por supuesto, un aumento de la renta y un aumento del valor de la producción, pero sin olvidar la calidad de vida.

Tiene como objetivos poner en valor espacios marginados y que sean atractivos para una inversión, tanto externa como para movilizar capital interior hacia estos territorios. Pretende acabar con la monoproducción. Precisamente, uno de los aspectos fundamentales del desarrollo rural, al menos, bajo mi punto de vista, es que es un desarrollo multifuncional, está sustentado por actividades diversas, está sustentado por sectores económicos muy distintos, que van desde el sector primario a la fuerte terciarización que están asumiendo también los espacios rurales. Es decir, no implica una sola actividad, es el fin de la monoproducción agraria, para pasar a lo que se ha denominado la multifuncionalidad de los espacios agrarios: numerosas funciones económicas, numerosas actividades económicas convergen, precisamente, en estos territorios.

Tiene como objetivo también una transformación de la sociedad, una sociedad que queremos que crea y que valore sus posibilidades, que supere el victimismo tradicional, que tenga fe en unos nuevos procesos, que tenga una voluntad de conexión exterior; lo local no significa localismo, significa asumir una realidad territorial determinada, pero no al margen de una conexión exterior. Y significa pasar -y este es el problema, quizá, más importante- del productor agrario al empresario rural: decir de una parte de la sociedad que estaba articulada en orden a producir unas determinadas actividades, a cambiar de mentalidad hacia otras más diversas y en una idea empresarial muy diferente a la que se ha tenido hasta ahora, y un desarrollo rural que para mí tiene una gran conexión con lo urbano.

Es decir, así como hasta este momento hemos vivido en un importante antagonismo rural-urbano, y parece que estos dos aspectos o estos dos territorios se enfrentaban, en un futuro tenemos que articular y lograr una gran conexión entre lo rural y lo urbano, porque es la única manera de vertebrar realmente un territorio.

La red urbana conectada con una red rural, con un espacio rural de flujos -ya les diré cómo entiendo yo, después, este espacio rural, en un espacio amplio, que, al menos para mi juicio, supera al municipio- y en un espacio complejo en este aspecto.

¿Qué fines...? (Sí que les pediría, por favor, que si son amables de cerrar la puerta, porque yo nunca leo, y cuando tengo que fijar, al menos, mi atención en mi cabeza para tener una actuación lo más correcta posible, pues, me puedo distraer. Muchas gracias).

Como fines importantes, naturalmente, tendremos que fijar población. Estamos en algunos territorios de Castilla-León... Antes señalaba uno de sus compañeros parlamentarios, cuando subíamos, que en algunas provincias se está llegando a problemas graves; yo les decía: en otras casi hemos tocado fondo, porque estamos, realmente, en unos umbrales de dos, de uno, de casi 0,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que o reaccionamos para salvar eso que nos queda en los sitios que podamos, o, si no, será, realmente, grave el problema, e incluso si somos capaces de atraer población. Y ya hay espacios que se están proponiendo políticas inmigratorias eficaces para atraer población, para que no solamente fijemos esa población, sino que aumentemos nuestros recursos humanos.

Es importante movilizar el capital interior. Hemos vivido, también, en territorios con una capacidad de ahorro importante, en la que ha habido una gran evasión de riqueza, en las que hemos sufrido, precisamente, una importante evasión de esa riqueza; tenemos que intentar movilizar ese capital interior. Hay que ordenar el territorio, tenemos que ordenar unos recursos, hay que crear o renovar un tejido empresarial local, según los casos, porque es el armazón sobre el que sustentemos nuestro desarrollo rural; tenemos que desarrollar más las infraestructuras y hay que invertir, también, en capital humano, en el que nos queda, sobre todo en formación de ese capital humano y en lo que les voy a denominar como "formación permanente".

Y estos fines nos van a fijar las estrategias de desarrollo que debemos aplicar para los territorios rurales. Unas estrategias que yo les diría deben ser equilibradas. Porque, si no ordenamos nuestros recursos, lo que ahora es recurso, vamos a sufrir una pérdida progresiva de ellos; vamos a quedarnos, precisamente, sin esos recursos por su deterioro, por su subutilización o por su mal aprovechamiento. Si carecemos de gente, tendremos el mayor estrangulamiento hacia el desarrollo, que es la carencia de capital humano. Si solo apostamos por atraer capital externo, caemos en el problema que antes les señalaba de la deslocalización y de las graves tensiones que pueden generar esas solo inversiones exteriores. Si solo apostamos por infraestructuras, se nos queda muy cojo el banco, porque si bien las infraestructuras son imprescindibles para el desarrollo actual, sin embargo, por sí mismas, solas, pueden llevar a hacer más fácil la evasión del desarrollo hacia otros puntos, a conectar más una serie de puntos, pero sin que ese desarrollo pase por nuestro territorio. Y si solo invertimos en capital humano, tendremos lo que hemos tenido en muchas ocasiones en nuestra Región, que es la evasión y la fuga de cerebros.

Por lo tanto, hay que actuar de una manera equilibrada, planteando unas estrategias de desarrollo, en este sentido, que sean unas estrategias múltiples.

Otro problema que se nos plantea con respecto a lo rural, porque no estamos hablando de un sector. Y permítanme que me entretenga un poquito en estos planteamientos, porque cuando después les haga referencia a los problemas que veo desde el punto de vista político en relación con los territorios rurales, están un poquito asentados sobre esta filosofía. No estamos hablando -como les dije antes- de un sector, no estamos hablando, ni muchísimo menos, de una actividad económica, sino que estamos hablando de un territorio y de unos territorios que apuestan por una actividad múltiple y que apuestan por esa multisectorialidad que les acabo de decir. Unos territorios complejos donde vamos a tener no que rechazar la tradición, sino combinar la tradición con la innovación; y eso, a veces, genera unas tensiones también importantes. Y, sobre todo, un problema, y es que tenemos que ordenar recursos muy dispersos, que no están concentrados en un solo espacio, sino que están sometidos; y esta Región es un ejemplo de cómo el territorio pesa mucho en su organización, de cómo el territorio tiene un impacto importante -y debería tenerlo más todavía- en su organización, por las dificultades que entraña su extensión, su variedad, su riqueza en todos los sentidos. Y ordenar esos recursos dispersos significa crear, dentro de los espacios rurales, territorios cohesionados y territorios internos con una determinada entidad y con una determinada cohesión.

Si bien -como les decía- hablar de lo rural es un poco pretencioso, porque tendríamos, casi, que hacer un análisis específico de cada uno de esos territorios rurales... porque no es lo mismo un territorio rural próximo a un gran espacio metropolitano, próximo a una gran ciudad, que está sometido a las influencias, a las tensiones de la ciudad; no es lo mismo un territorio rural colindante o vecino de una región dinámica o que esté afectado por el dinamismo de otra región; no es lo mismo la base socioeconómica de unos territorios rurales u otros; y no son los mismos sus recursos. Pero aun a costa de caer en algunos problemas, pues voy a hacer una especie de pequeña síntesis de cuáles deben ser esos territorios o esos recursos en los territorios rurales, qué problemas tienen los territorios rurales y cómo está actuando la política en este sentido.

Los recursos, naturalmente, son muy variados porque están fundamentados -como antes les señalé- en esa idea de multifuncionalidad a la que queremos caminar. No podemos desestimar los recursos agrarios; desarrollo rural no significa desagrarización. Lo agrario tiene que estar presente en lo rural. Los territorios rurales no pueden ser solo lugares de ocio para los habitantes urbanos; tienen que ser algo más. Y el sector agrario debe pesar en ellos, donde tenga importancia, con producciones muy diferentes, donde la calidad, la diferenciación y la seguridad alimentaria tiene que ser nuestra seña de identidad.

Existe como recurso el saber hacer local; este saber hacer local que ahora mismo ha dado lugar a un gran proyecto europeo internacional, donde están implicados casi diez o doce países, donde se han introducido algunos países del mundo mediterráneo que quieren y aspiran en un futuro a formar parte de la Unión Europea, y que intenta revalorizar y poner en juego la importancia que tiene ese saber hacer local propio, que va desde la artesanía a la gastronomía, a la tradición, a la cultura, a la singularidad de un espacio; todos los recursos naturales que queramos.

Porque la propia marginación ha detenido, en muchos casos, el deterioro natural; aunque los espacios rurales no están ausentes de problemas medioambientales, también el sector agrario ha sido y ha tenido sus implicaciones con el medio ambiente, desde la deforestación a la pérdida de suelo, en muchas ocasiones, o a los problemas del agua.

Pero encontramos recursos como el paisaje como recurso; el paisaje en sí mismo como un recurso propio que empieza a tener un valor, que las gentes, la sociedad, quiere disfrutar de ese paisaje, y que el problema -como les dije antes- a lo mejor está en ponerle un precio: ¿cuánto está dispuesta la sociedad a pagar por mantener un paisaje natural? Porque eso significa también unos costes, eso significa una nueva educación, una nueva mentalidad, que en otros países está más desarrollado que en el nuestro, pero que tenemos la obligación de ir generando, también, esa mentalidad. Todos estamos dispuestos a pagar por un cine, por un espectáculo, pero ¿cuántos estamos dispuestos a pagar por contemplar, por disfrutar de un paisaje que, naturalmente, necesita de unas inversiones para su mantenimiento?

Tenemos recursos naturales que tenemos que incorporar al sistema productivo, y que esta Región es enormemente rica. Desde la micología, la caza, la pesca, los forestales, productos no aprovechados desde muchos puntos de vista. Recursos turísticos, pequeños tejidos industriales locales, que los tenemos ya asentados. Empezamos a tener una percepción externa de la Región buena, que significa una atracción exterior. Empezamos a ser valorados. La gente quiere venir a estos territorios dotados de unas singularidades.

Aparecen también movimientos sociales internos, que significan una inquietud, que significan que la sociedad interna se mueve, que quiere cambiar, que exige a los que tenemos o tienen -en este caso, ustedes más- unas responsabilidades. Y que, además, empezamos a ver un territorio cohesionado, sobre todo a través de las actuaciones de los programas o de la iniciativa LEADER y de la PRODER.

Por lo tanto, creo que contamos con un abanico de recursos importantes, pero tenemos muchos problemas. Problemas que podríamos reducir o diferenciar los siguientes:

Carecemos de un proyecto vertebrado de desarrollo rural, donde, sectorial y territorialmente, tengamos de verdad unos objetivos claros como proyecto de desarrollo rural. Se han hecho importantes actuaciones específicas, concretas, pero a mí, por lo menos, me falta ese gran proyecto de desarrollo rural.

Tenemos problemas sociodemográficos. Claro que sí. No vamos a estar hablando todo el día del envejecimiento, de la pérdida de recursos, porque esto lo sabemos todos; pero están ahí. Tenemos escasos recursos humanos, tenemos un fuerte envejecimiento. Hoy saben que se inaugura en Madrid el segundo gran... Conferencia Internacional sobre el Envejecimiento, y probablemente tengamos que tener una nueva percepción del envejecimiento. Porque antes, cuando la esperanza media de vida al nacer era de setenta años, cifrábamos el envejecimiento en sesenta y cinco años. Para mí el envejecimiento no es un problema; el envejecimiento es un logro y un aspecto enormemente positivo de la sociedad. Yo creo que es la mayor revolución que ha hecho la humanidad, el incrementar las esperanzas de vida al nacer, porque todos queremos vivir, y es lo que más nos separa precisamente del mundo subdesarrollado. Tenemos que mantener ese envejecimiento con buena calidad de vida, pero también con una población que pueda asumir nuevas iniciativas.

Pero también les diría que muchas veces en la persona madura, en la que tiene ese saber local, innato, interno, puede ser un recurso si se le forma, que muchas veces el problema está cuando se une el envejecimiento con la escasa formación. Nos encontramos con problemas de individualismo, con problemas de desinformación, con problemas de aceptación de una situación por parte de la sociedad rural, que a veces no es fácil la sociedad rural. Es una sociedad más adaptada, con un sentido entre el escepticismo, el victimismo, quizá de una trayectoria anterior.

Y tenemos una baja tasa de actividad femenina. La mujer todavía no se ha movilizado de una manera eficaz y efectiva en el desarrollo de los espacios rurales, aunque ustedes saben muy bien que la mujer ha tenido siempre una actividad encubierta. Desgraciadamente, la mujer ha llevado una actividad económica importante, aunque en los centros, en los padrones, nos encontramos siempre con "sus labores", cuando realmente su trabajo ha sido efectivo. Pero de cara a la sociedad, sigue teniendo nuestra región una tasa muy baja.

Fíjense que, ahora mismo, en las conferencias últimas de la mujer se ha centrado en un 60% de tasa de actividad femenina la ideal en los espacios desarrollados. Estamos muy lejos, precisamente, de esa tasa de actividad femenina. Tenemos problemas económicos, de escasas inversiones, de débil tejido empresarial, de dominio de estructuras productivas tradicionales, y a veces de conflictos entre el agricultor y los nuevos empresarios.

Y tenemos problemas territoriales derivados de -todavía- pequeños individualismos municipales, autarquías locales. El mundo rural está muy ensimismado en muchas ocasiones, muy unido a su propio municipio asimismo; tiene que salir de él. Carecemos, a veces, en algunos espacios, de unos centros rectores en un territorio. Y nuestras infraestructuras, pues, tienen, por supuesto, que mejorar.

De la unión entre recursos y problemas van a resultar tres aspectos fundamentales con los que quiero terminar mi intervención: lo que suponen las políticas de actuación para, precisamente, resolver los problemas e incluso mejorar y optimizar nuestros recursos, las estrategias del desarrollo que deben orientarse para esa mejora de los problemas, y las bases para llevarlas a cabo. Serán los tres apartados últimos a los cuales me referiré.

Como les dije al principio de mi actuación, tengo muy claro que el papel de una política en desarrollo rural es grande en estos momentos. A lo mejor estoy equivocada, pero veo fundamental la actuación de una política rural a efectos de combinar esas dos cosas de recursos y problemas en unos territorios muy vulnerables. Yo ahora tengo bastantes interrogantes, que los hago en voz alta y que, a lo mejor, ustedes me dan la luz en algunas de estas incógnitas que yo tengo. Y si no, ojalá sirvan para sus debates y, naturalmente, para su trabajo.

El primero es si de verdad creemos todos en el desarrollo rural en la línea en que lo he planteado, es decir, en un desarrollo rural multifuncional, en un desarrollo rural que supera el crecimiento económico, que forma parte de esa filosofía armónica de ordenación de recursos, de multifuncionalidad de actividades, de un cambio social, de un cambio territorial. Porque si creemos en ello, tenemos de verdad por delante una tarea muy grande. Y si creemos en ello, ¿cómo se ha adaptado esta nueva concepción a la propia Administración de nuestro Estado, a nuestra propia Administración Autonómica, e incluso, por supuesto, a la propia Unión Europea?

El problema está en que la Unión Europea arranca de que el desarrollo rural y la producción agraria están desligados. La producción agraria en la Unión Europea va por una parte, el desarrollo rural va por otra. Es más, si ustedes... como conocen muy bien, y mejor que yo, lo que dice y toda la filosofía de la Agenda 2000, señala que el desarrollo rural es el segundo pilar de la PAC, el segundo pilar de la Política Agraria Comunitaria, cuando debería ser -si de verdad concebimos el desarrollo rural en el sentido que les digo- de una forma inversa y distinta.

Los Estados asumen la concepción comunitaria y dan el protagonismo a lo agrario, a una escala institucional y a una escala autonómica. Todo el desarrollo rural, por ejemplo, depende del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de las Consejerías correspondientes. Solo conozco el caso de Galicia, que está unido a la Consejería de Economía el desarrollo rural, porque a veces hablar de turismo rural, de patrimonio, en un enclave estrictamente agrario, pues, tropieza con verdaderos problemas.

En este sentido, yo diría: ¿se han analizado en profundidad si todos los beneficios de la PAC han contribuido a una verdadera transformación de los espacios rurales en cuanto a transformación de estructuras agrarias, en cuanto a impulso de otras actividades, en cuanto a creación de empleo?

Porque yo soy muy partidaria que espacios marginales -y no me lo tomen ustedes por otra posición- tengan sus subvenciones cuando ellos, por sí mismos, no pueden salir a flote en esa transformación de sus estructuras. Pero también tenemos que pedir que, superados unos umbrales, esas subvenciones tengan una repercusión efectiva en el territorio. No todos los agricultores y todos los empresarios agrarios están actuando de la misma manera, y hay gente que arriesga, hay gente que invierte y otras personas que no lo hacen.

Yo creo que tenemos la obligación también de preguntar cómo se está funcionando en este sentido, porque los problemas futuros que va a generar la ampliación, aquellos espacios en los que los efectos de la PAC hayan incidido de una forma efectiva en la transformación de sus estructuras tendrán, realmente, unas posibilidades de salir adelante, porque no vamos a poder continuar mucho tiempo así.

En segundo lugar, yo les diría... si están articuladas todas las políticas sectoriales de los distintos sectores económicos que convergen en los territorios rurales: la política agraria con la política turística, con la política industrial, con patrimonio, con la ordenación de los recursos naturales. ¿Tenemos articuladas esas políticas, esas actuaciones entre sí? Ahí tenemos unos grandes interrogantes. Yo creo que hemos diferenciado, vía Europa, y teniendo como ejemplo lo que hace la Unión Europea, realmente, una gran diferencia entre una actividad de peso como ha sido lo agrario y una alternativa de importancia que se considera secundaria. Y entiendo que el desarrollo rural debería ser la premisa mayor, y, a partir de ahí, introducir lo agrario e introducir toda otra serie de políticas integradas, y hablar, precisamente, de territorios en esa filosofía multifuncional que le señalé.

Entiendo también que hay a veces demasiadas políticas con competencias en el desarrollo rural, y eso nos puede llevar a una dispersión de fondos, y a veces a una dispersión también de resultados. Yo, en este sentido, tengo que romper una lanza en favor de las actuaciones de las iniciativas LEADER y de los PRODER en nuestro Estado y en nuestra Región, porque al menos las experiencias que conozco y mi experiencia con una iniciativa LEADER en un trabajo que estoy manteniendo, y ayudando en lo que puedo, en la provincia de Soria, en el sur de Soria, está dando muy buenos resultados.

Creo que puede ser interesante fomentar, e incluso a lo mejor en un futuro se puede invertir la tendencia, y lo que hoy tenemos como gran abanico de subvención y muy poquito de incentivo, en un futuro sea el incentivo el gran abanico, y la subvención, realmente, sin más, se reduzca. Saben ustedes que los estudios de la Comisión Preparatoria a la Agenda 2000, precisamente -entre las cuales se nombró a don José María Sumpsi como uno de los expertos españoles y que en algunos campos ha actuado en nuestra Región, en Castilla y León-, señalaba ya estos aspectos de cambio: incremento del incentivo de futuro y reducción de la subvención.

Otro problema que se me plantea desde el punto de vista de la política: toda la filosofía del desarrollo rural es de abajo hacia arriba, y todo el principio de subsidiariedad -que conocen ustedes muy bien- así lo implica. Pero, sin embargo, luego, todas las políticas son de arriba hacia abajo; es decir, que a mí se me produce una cierta desconexión entre lo que es la filosofía y lo que son los principios, que vamos de abajo hacia arriba, e incluso otorgando a la base municipal y a las actuaciones locales un papel importante, cuando a veces luego carecen de competencias y carecen de recursos para llevarlo a cabo.

Creo que en este sentido, en el proyecto en lo que ustedes mismos y sus Grupos Políticos están inmersos, en el Pacto Local, puede ser un aspecto enormemente importante, que ayude también a ensamblar estas actuaciones de filosofías de abajo a arriba, con políticas y actuaciones de arriba hacia abajo. Entonces, estas incógnitas que, desde el punto de vista político, se me plantean, de alguna manera, tienen que ser fundamentales para que podamos afrontar unas estrategias de desarrollo significativas.

¿Dónde baso esas estrategias de desarrollo? Pues en un primer punto, que entiendo que es ya de por sí polémico, y es sobre qué base territorial debe actuar el desarrollo rural. Entiendo que el desarrollo rural, concebido como se lo he dicho, y concebido en la línea de la multifuncionalidad y complementariedad de territorios, porque además todo no puede estar en todos los sitios, ni todos los sitios pueden tener producción agraria, turismo, industria -eso es imposible-, tendremos que asentarnos sobre una base que supere el municipio y sobre un territorio que este cohesionado.

Entiendo que el desarrollo rural en el sigo XXI se va a sustentar en un territorio... y permítanme que les diga como está funcionando ahora una gran ciudad o un sistema metropolitano, es decir, con una movilidad interna grande y con un sistema de flujos demográficos, sociales y económicos, que en un punto determinado habrá una producción agraria significativa, en otro punto de ese amplio territorio una industria determinada, otro será enfocado fundamentalmente hacia el turismo, otro estará dotado de una serie de equipamientos o de servicios, y lo que sí tendremos que garantizar es que esa cohesión y esos flujos sean importantes. Lo mismo que en una gran ciudad, en nuestro espacio de vida no tenemos todo, y estamos moviéndonos constantemente de la residencia al trabajo, al ocio, a los equipamientos, etcétera, etcétera.

Concebir el espacio rural como un sistema de flujos... y entiendo que esto entraña un problema de discusión política y de debate político, que es el tema de la comarcalización, donde en unos aspectos, pues, ustedes pueden tener una visión política u otra. Entiendo que la comarca introduce un cambio importante político, porque introduce un cambio, incluso, en la concepción provincial, en la organización provincial, en el tema y en el protagonismo de las propias Diputaciones, y eso entraña un problema de administración política que yo no tengo que resolver; serán ustedes, los políticos, quien lo tienen que debatir y ver sus pros y sus contras.

Ejemplos en España hemos tenido, desde conservar las comarcas de la República en la zona de Cataluña, porque, quizá, a veces sus resultados no han sido tan buenos, porque la comarca es un ente vivo y es un ente a mí... para mí, dinámico; es un ente que puede cambiar con el tiempo. Y, a veces, basarnos en comarcas tradicionales puede plantear disfunciones. Hay otros espacios que las están generando nuevas, como Aragón; creando, incluso, consejos comarcales.

Tienen ustedes que valorar políticamente esto. Pero mientras eso se hace, al menos funcionemos con espacios cohesionados y con espacios funcionales. Es decir, que sin llegar a los extremos... no empecemos, a lo mejor, por lo grandes debates, ese no lo pierdan; tiene que estar ahí. Pero mientras se resuelve políticamente, actuemos en el desarrollo rural, en territorios funcionales, en territorios cohesionados, donde podamos establecer un plan de actuación objetivo, donde podamos optimizar las inversiones y donde podamos optimizar también nuestros recursos.

En la Región, los territorios cohesionados casi de forma espontánea, a través de la iniciativa LEADER y de los PRODER, puede darles luz de cómo están funcionando, precisamente, estos territorios, que han tenido que unir, a lo mejor, tres, cuatro comarcas tradicionales, y que les puede ser útil de cómo están operando esos espacios a la hora, precisamente, de articularlo.

Creo que es muy bueno, porque se está generando una conciencia territorial distinta a la que había en nuestra Región, con dificultades -no lo niego-, pero al menos mis experiencias en la provincia de Soria, empezamos a ver que la gente quiere actuar en ese territorio amplio, que con mucho esfuerzo van superando la base de su propio municipio y de su propia comarca tradicional, y es importante.

En segundo lugar, la estrategia del desarrollo rural -y les pido disculpas si me estoy extendiendo demasiado- entiendo que debe estar muy sustentada sobre una ordenación del territorio. Ustedes ahora deben sacar... yo espero que las directrices de ordenación del territorio salgan pronto; yo tuve la oportunidad de leer y de estudiar el borrador y lo que tuvieron en su momento; incluso me atreví a hacer, pues, desde el punto más constructivo de mi aportación, pues unas referencias, unas reflexiones, que las hice llegar a las autoridades competentes. Y yo sí que les diría que saquen ustedes las directrices de ordenación del territorio con el mayor consenso político, porque las directrices de ordenación del territorio tienen que superar lo que es una legislatura, tienen que superar lo que puedan ser unas determinadas posiciones, y, en este sentido, deben fijar, precisamente, el modelo de desarrollo de nuestra Región. Que hagan el máximo esfuerzo las distintas fuerzas y posiciones políticas para que las ideas, en este caso -y permítanme, señores Parlamentarios y señoras Parlamentarias-, estén por encima de las ideologías.

Una ordenación del territorio que sea capaz de optimizar esos recursos, de orientar las actividades, de marcar la idea de protección y sostenibilidad, que eviten conflictos de uso entre una actividad y otra, cuando hablamos, precisamente, de varias actividades en un territorio, y que marquen las actuaciones futuras.

En tercer lugar -y muy unido a estas ordenaciones del territorio-, hay también que conocer, ordenar y orientar los recursos naturales, y no solamente proteger. Yo sé que en su Plan Forestal están bien definidos los recursos naturales, están protegidos; pero una vez que hemos llegado a la escala de la protección, a la escala de la salvedad y, sobre todo, de mantener unos principios de conservación de la naturaleza, tenemos luego que ordenar esos recursos. Ordenar es cómo controlamos la presión externa que sobre esos espacios protegidos están ejerciendo, a veces, grandes ciudades.

Hace poco visité el gran yacimiento de Atapuerca, donde incluso se nos pidió una pequeña opinión sobre algunos aspectos de ordenación, y Burgos está ahí amenazando con sus garras y su urbanización lo que puede ser, a lo mejor, el yacimiento. Solo declararlo como BIC puede no ser suficiente. Hay que controlar, a lo mejor, otros procesos: importantes yacimientos arqueológicos, zonas de recursos naturales que tenemos que controlar su acceso; el problema de las urbanizaciones, la actividad económica periférica, las visitas, la información, hasta -si me apuran- cómo ponemos los carteles en esas áreas naturales, con un poquito, a veces, más de... de cuidado o de mimo en un tema que es nuestro patrimonio... no natural, yo les diría nuestro patrimonio cultural.

Y, por supuesto, tenemos que integrar los recursos naturales en el sistema productivo. Ahora mismo tengo la oportunidad de participar en uno de los proyectos LIFE que tiene la Comunidad de Castilla y León en la zona de Soria, el Proyecto Myas, dentro de un LIFE Medio Ambiente, donde pretendemos que sea un proyecto demostración para que la micología y el tratamiento de los hongos, el aprovechamiento de los hongos, tenga una riqueza que revierta in situ en nuestros territorios y en nuestros municipios. Y ahí tienen ustedes pendiente una asignatura importante, que es el tema de la regulación. El tema de la regulación, que les compete a todos ustedes, que deben también realizar, que deben fomentar, que a veces se tropiezan con problemas internos, pero que, haciéndolo bien, de forma consensuada, viendo la realidad, contando con la sociedad local, puede ser un recurso que tenga una incidencia económica directa y, sobre todo, unas sinergias internas enormemente importantes, a través del turismo, a través de la gastronomía, en una conexión territorial en nuestra Región verdaderamente clave.

Por supuesto ahí, que todo lo que les pueda ayudar y lo que mi trabajo, pues, muy sencillo, pero realmente volcado con gran entusiasmo, desde el punto de vista académico en un territorio concreto les pueda ser útil, pues estaré encantada que así sea.

Importantísima la política forestal, no solamente desde el punto de vista del aprovechamiento y la repoblación, sino que hay un problema que nuestra Región tiene pendiente, que es el problema de la propiedad, regular el problema de la propiedad forestal. En una Región en la que ha habido una gran emigración, en la que se ha vendido poco y que, a veces, no sabemos de quién son los montes, que a la hora de ordenarlos, que a la hora de estructurarlos y a la hora de aprovecharlos, nos encontramos ahí con verdaderos problemas.

Yo les puedo decir que la Asociación Forestal de Soria ha tomado la iniciativa de engancharse a algún proyecto europeo a efectos de ir viendo los problemas de la propiedad forestal. Yo misma les he puesto en contacto con la asociación Forêt Méditerranéenne, que está funcionando en Europea de una manera clara y que esperan integrarse en la petición de un proyecto INTERREG. Yo les pediría que, si se dirigen a la Junta de Castilla y León o a ustedes, apoyen esta iniciativa, porque me parece fundamental contar con un proyecto demostración en nuestra Región, a partir -a lo mejor- de una provincia pequeña, que pueda verdaderamente extrapolarse al resto de la Región en el tema de la propiedad forestal.

Y, fundamental, crear para los recursos naturales un buen sistema de información geográfica. Me consta que desde el Plan Forestal tienen idea de apoyar un SIG; y un Sistema de Información Geográfica, creo que esa es una buenísima iniciativa, porque si no tenemos una buena información, una buena realidad de los problemas, difícilmente podremos caminar hacia una planificación buena.

Hay que montar estrategias sectoriales ligadas, precisamente, a la actuación de los distintos sectores económicos, que voy a resumirlas de una manera bastante precisa.

Primero, tenemos que consolidar las actividades primarias. Como les dije antes, no concibo un desarrollo rural fuera de lo agrario. Y tenemos que consolidar unas actividades orientadas hacia unos productos sí que marque la Unión Europea, que obtengamos unos ciertos beneficios, pero también hacia producciones de calidad, donde la gestión y la... y la comercialización se haga por los métodos y por los esquemas de la modernidad; esos productos de calidad que van unidos a los cambios de cultivo, a los cambios y a la mejora de razas en la ganadería, y que están unidos a todos los cambios en la alimentación, que ya no solo pide cantidad, en función de esos cambios de la demanda -a la que me referí en un principio-, sino que pide también calidad y pide seguridad. Ya no queremos comer una alubia determinada, sino que queremos... una alubia sin más, sino una alubia determinada, un vino determinado, una carne con una calidad específica; y eso empieza a ser un activo importante, realmente, para la capacidad de gasto que está teniendo esa sociedad urbana.

Y la unión de lo agrario con la industria agroalimentaria es clave, precisamente, en nuestra Región, y la innovación y la gestión, dos elementos fundamentales en ello, por supuesto, el impulso industrial de los territorios rurales, unidos a la producción agraria, a la transformación de los recursos naturales, a la industria de las nuevas tecnologías. Y estoy pensando en pequeñas y medianas industrias, no en las grandes industrias. Pienso más en generar ese tejido empresarial pequeño, local, que se asiente sobre el territorio, sin desestimar, por supuesto, si viene una inversión externa importante, pero con unos controles muy rigurosos, porque saben las tensiones a que nos estamos sometiendo.

En ese sentido, desde la creación del suelo industrial definido en las directrices de ordenación del territorio, es clave para los municipios, a, por supuesto, cualquier incentivo que haya de fomentar las redes empresariales, de vender y saber vender nuestros productos, de incentivar a los jóvenes y a las mujeres, que son dos colectivos enormemente importantes; pequeños, pocos, pero que pueden ser trascendentales en nuestra Región.

Y no me olvido del turismo. Tenemos la gran riqueza natural de patrimonio, que ustedes conocen muchísimo mejor que yo. Pero en el análisis que yo hago del turismo de nuestra Región y de las zonas donde yo trabajo, veo que hay muchos recursos turísticos, pero a veces pocos productos turísticos. Es decir, hemos mejorado en alojamiento, se han dado pasos adelante en vivienda rural, en camas, en el número de establecimientos que en esta Región se han creado en relación con el turismo. Pero faltan productos integrados, faltan productos articulados en orden a rutas culturales, desde las cañadas a la Ruta de la Plata bien estructurada, a la Ruta del Cid, al gran románico, a las rutas arqueológicas que tiene la Región y que deberían tener una unión y, a lo mejor, una articulación, saber vender esos productos específicos.

Porque el turismo rural, para que sea eficaz, tiene que ir detrás de una idea, es decir, un turismo más una idea, es decir, turismo y caza, turismo y gastronomía, turismo y cultura. Y, últimamente, en algunas encuestas que se han hecho a visitantes y a turistas de nuestra Región, se detecta que tienen pocas información, que no hay demasiada información en relación con lo que visitan y se encuentran un poco perdidos.

Y, en ese sentido, yo también les diría que piensen en algún producto ..... que pudiéramos, como seña de identidad regional, poderlo plantear como patrimonio de la humanidad. No solamente un hecho singular. Sé que tenemos patrimonio de la humanidad de muchos hechos singulares en nuestra Región, pero que pensemos en algún producto que aglutine... lo mismo que han hecho ahora mismo con el mudéjar aragonés, que ya se genera un producto de sello genérico en nuestra Región y que, después, todo aquello que está unido a él, a ese producto, tienen la seña de identidad de patrimonio, precisamente, de la humanidad.

Hay que mejorar, por supuesto, la gestión turística y hay también que mejorar la formación de los que están unidos, a veces, al turismo. El reto de futuro está en dar una oferta de calidad, porque el perfil, precisamente, del visitante del turismo interior es un perfil de retorno; es decir, cuando va a un lugar recibe un trato, una información, encuentra una relación calidad-precio, hemos detectado que es un turista que retorna; y retorna con frecuencia. Y hay un hecho positivo en nuestra Región, y es que, frente a otras regiones, el turista rural pernocta, porque a veces el turismo rural es mucho de día, y aquí ya hay un número de visitantes de permanencia, y eso lo tienen también ustedes que aprovechar.

Y, por supuesto, hay que reforzar los servicios, y fundamentalmente los servicios a la producción. Todo lo que gasten y empleen en marketing, en reforzar ferias y exposiciones, su presencia activa en las grandes ciudades; a lo mejor, la gran casa o la gran zona de proyección de Castilla-León en Madrid o en Barcelona, o en las grandes ciudades, o incluso en algún punto europeo, es fundamental, precisamente, para ese futuro.

Y todo esto no se puede hacer sin unas bases. Las bases es que contemos todavía con las actuaciones de esas iniciativas LEADER y PRODER. Yo espero que los problemas del LEADER Plus se resuelvan, que pronto esté en funcionamiento, que el PRODER esté en funcionamiento, y que estos grupos vayan consolidando sus actividades, porque son clave, en este sentido, a la hora de articular las políticas rurales territoriales.

No olviden... y vuelvo a insistir en los recursos humanos. No solamente en captar recursos, sino orientarlos hacia la formación y gastar e impulsar la formación, y sobre todo la formación permanente, recuperando esos saberes locales y orientándolos hacia los esquemas modernos, la política efectiva de infraestructuras que esta Región necesita.

Porque no olviden que la accesibilidad es fundamental para que todos estos hechos puedan ser una realidad. Actuamos sobre un territorio muy amplio, donde a nivel de Estado debería contar, precisamente, la dimensión territorial como uno de los criterios importantes a la hora de obtener también unos beneficios. Que las comunicaciones en nuestro espacio sean efectivas, porque difícilmente podremos hablar de tecnología y de innovación si hay espacios en los cuales no podemos conectar a la telefonía móvil, o tenemos esos problemas.

Y por supuesto que es clave la financiación. Ése es un tema verdaderamente espinoso y que en el medio rural tiene que combinar la financiación pública con la financiación privada; y que sería lo lógico la integración y la cohesión de las distintas Administraciones, e implicar, incluso incentivar, desde sus posiciones políticas, a entidades financieras a que inviertan en la Región y a que tengan -no lo sé- si sus beneficios o lo que ustedes entiendan conveniente para que puedan movilizar ese ahorro interno.

Esa combinación entre lo público y lo privado es fundamental, porque, si les dije antes que las políticas eran efectivas, sin la inversión, realmente, no hacemos nada.

He intentado, en esta hora que llevo hablando -algo más de una hora y diez minutos, por lo cual les pido grandes disculpas-, de... darles a ustedes algo útil; no sé si lo habré conseguido. Pero quiero que sepan que vivo con mucha intensidad, con mucho respeto y con mucha reflexión los problemas del desarrollo rural; que intento ayudar, desde mi Cátedra en la Universidad, no quedarme en los meros planteamientos teóricos, sino salir a la arena. Y he tenido la oportunidad, en la provincia de Soria y, sobre todo, a través de una iniciativa LEADER, poner ahí un poquito esa filosofía en la realidad. Y, por supuesto, me pongo a su disposición si en algún momento determinado les puedo ser útil.

Solamente quisiera hacerles una reflexión final. Y es que todo este desarrollo rural, en el cual ustedes, desde distintas posiciones -yo, desde la mía- del mundo de la intelectualidad, de lo académico, pero creo que estamos dentro de una misma recta, y que vemos el desarrollo rural como una realidad posible, con problemas, pero como una realidad de futuro que exige una voluntad política, que exige un compromiso social.

Y yo les pediría, desde mi humilde posición, que llegaran de verdad a un verdadero pacto político entre ustedes, por el desarrollo rural de la Región, porque nos jugamos mucho en el presente y también en el futuro. Sería importante que pudiéramos sacar el gran pacto por el desarrollo rural casi como un gran pacto de Región, lo mismo que son otros de Estado. Muchísimas gracias por su respeto y por su atención.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Muchas gracias, doña Mercedes. Para hacer preguntas u observaciones, tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Socialista, don Jesús Málaga Guerrero.


EL SEÑOR MÁLAGA GUERRERO:

Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias a doña Mercedes Molina Ibáñez por su intervención, que supone una profundización en temas en los que en... unos, en otras... en otras reuniones que hemos tenido de esta Comisión, han ido profundizando otros compañeros suyos, como es el profesor Valentín Cavero, o el profesor Enrique Clemente; y también personas ligadas al mundo agrario, como es el caso de Jerónimo Aguado, que vino la última de las veces que se ha reunido esta Comisión.

Yo creo que una de las cosas importantes que usted ha dejado claro es que estamos ante un problema grave, estamos ante una situación grave. Y, como usted ha dicho en alguna ocasión de su intervención, estamos ante un momento en el que hay que empezar a actuar, porque quizá estemos llegando... estamos llegando, si queremos, al fondo del problema, y quizá dentro de un tiempo, quizá, ya no podamos actuar, porque lleguemos demasiado tarde.

Yo estoy de acuerdo con usted en que el desarrollo rural es algo distinto del desarrollo económico, pero es también necesario el desarrollo económico. Es claro que... es verdad que hay algo más que el desarrollo económico -luego me extenderé un poquito en decir alguna cosa sobre esto-, pero, realmente, es necesario el desarrollo económico. Y estoy -¿cómo no?- completamente de acuerdo con usted en que el problema de la globalización margina a los espacios rurales y margina a todo aquello que empieza a ser irrelevante.

Pero yo quisiera aprovechar -hablo por el Partido Socialista- alguna cosa en relación con nuestra Comunidad, para dejarla aquí como constancia; aunque esta es una Comisión, ya le digo... normalmente evitamos el enfrentamiento político, pero sí es bueno dejar algunas cosas claras.

Mire, al principio, al comienzo de esta Legislatura, mi Grupo pidió la comparecencia de la Directora General de Asuntos Europeos para tratar dos temas que usted, claramente, ha hablado de ellos. Uno de ellos es el caso de la Organización Mundial de Comercio y, concretamente, la entrada de China, que supone realmente un antes y un después, puesto que China supone, prácticamente, una cuarta parte del mundo, digamos, del comercio del futuro.

Y también pedimos la comparecencia para la ampliación del este, es decir, los países del este. Pues yo pediría al Grupo de Gobierno que aceleren estas comparecencias, porque llevamos ya tres años de mandato, de Legislatura, y todavía no ha comparecido la Directora General. Y estos sí que son temas, como usted muy bien ha dicho, realmente fundamentales.

Es decir, que dos temas que nuestro Grupo tenía interés en conocer, y que, como todos ustedes saben, los de la Comisión, pues no ha podido... no ha venido todavía la Directora General a decirnos estos dos temas que a nosotros nos parecen importantes.

Usted nos habla de modelo territorial más o menos a nivel nacional, baja después, en algunos momentos, a modelos territoriales, y nos habla que no hay que ir a la concentración y sí a la dispersión. Éste es el modelo contrario al que ha ocurrido en Castilla y León. Aquí ha habido una concentración, que pudiéramos decir va desde Burgos-Palencia-Valladolid, y el resto ha ido al proceso de marginación. La marginación en esta Comunidad ha sido tan extrema que, prácticamente, todas las provincias periféricas se sitúan en una situación realmente alarmante, sobre todo algunas provincias en las cuales, como decíamos... como habíamos hablado cuando subíamos hace un momento, algunas provincias ya... yo creo es demasiado tarde; es el caso de Soria. En otras, como el caso del este de León, Zamora y Salamanca, realmente es una situación, realmente, muy muy preocupante, sobre todo lo que es la raya hacia Portugal; toda la zona, por ejemplo, de Vitigudino, la zona de Ciudad Rodrigo, toda la zona de... incluso de Ávila, que está junto a Salamanca, o las zonas de Zamora, son, realmente, procesos de abandono del mundo rural tan extremo que, realmente, podemos decir que en estos momentos vamos hacia un modelo que sería la concentración de la población en el eje Burgos-Palencia-Valladolid, y el resto, realmente, un desierto rodeando a esa gran conurbación.

Usted habla de poner... dar valor a los territorios. Nosotros hemos propuesto algo que usted ha hablado, y me parece muy interesante: la comarcalización. El Partido Socialista ha lanzado hace muy poco esa idea: vamos a revitalizar el proceso de las comarcas, ya que el proceso, simplemente, dejándolo a nivel provincial, lo único que se hace es ganar una cabeza muy fuerte y dejar despoblados todos los niveles.

Hay que ir a la fijación de población, pero esa fijación de población implica ya procesos realmente de -yo diría- casi, fíjese, de repoblación, como casi en la época de la historia de la Reconquista. Porque estamos ahora en pueblos donde ya no existe lo que llamaríamos vida; está llena, a lo mejor, de un grupo numeroso de ancianos, pero no existen jóvenes, no existe lo que llamamos -pudiéramos decir- población más dinámica que pudiera llevar a un cierto despegue de cada uno de esos pueblos.

Por darle algunos ejemplos: el otro día estuve manejando los datos estadísticos de Salamanca al año dos mil uno en los pueblos, y era asustante la disminución de la población, y observar cómo cerca de un centenar, si no superaba, no los conté, estaban ya por debajo de los cien habitantes. Eso supone, claro... y, además, viendo además la serie, vas observando cómo realmente todos esos pueblos van a la desaparición. Una desaparición que conlleva, por lo tanto, un proceso de despoblación, tan difícil después de recuperar, a no ser que se llevaran medidas drásticas, como les estoy diciendo, de llevar, fijar población, llevar inmigración o hacer una repoblación al estilo como se hizo en la Reconquista.

Habla usted de conectar lo rural y lo urbano. Efectivamente, lo rural y lo urbano está conectado, sobre todo, en todos aquellos pueblos que están alrededor de las ciudades, de tal manera que yo no consideraría el mismo modelo de desarrollo rural a los pueblos que están distantes, más o menos, diez, quince, veinte kilómetros de las grandes ciudades, del resto de los pueblos. Yo creo que no tendría nada que ver. Yo creo que, incluso, el comportamiento de los pueblos periurbanos tienen... -yo lo conozco más por el tema de planeamiento-, tienen un comportamiento como ciudad periférica más que como zona rural. Y es más: su dinámica y su comportamiento yo creo que responde claramente a ciudad y no a un comportamiento rural, como usted ha definido.

Estamos totalmente de acuerdo con usted en lo de la ordenación del territorio. Hay que ordenar el territorio si queremos saber adónde vamos; lo que no podemos hacer es dejarlo a la improvisación. No podemos dejar que el territorio vaya haciéndose a sí mismo sin marcarle, por lo menos, unas alineaciones.

Por ejemplo, un tema importante del que usted ha hablado, y que yo estoy totalmente de acuerdo y mi Grupo está totalmente de acuerdo, es el espacio. Esta Comunidad tiene, a diferencia del resto de las Comunidades de España, un valor; ese valor es el espacio. Y, por lo tanto, al tener espacio, tiene muchas más posibilidades para hacer un proceso de ordenación mucho más libre que aquellas otras Comunidades cuyo espacio está restringido y que está, por lo tanto, sometido a unas presiones del mismo. Por ponerle un ejemplo: la diferencia que hay entre nosotros y Madrid es que la Comunidad de Madrid se está comiendo la ciudad a toda la Comunidad. Es decir, toda la Comunidad responde a la propia ciudad. ¿Qué ocurre, sin embargo, en Castilla y León? Castilla y León tiene la personalidad de su propio espacio, por lo tanto, puede diseñar una ordenación de su territorio valiéndose de ese espacio, que es, realmente, uno de los recursos más valiosos de nuestra Comunidad.

Estoy de acuerdo también con usted en la coordinación de políticas. Los resultados de las ayudas europeas, sin embargo, los resultados de las ayudas europeas han sido pobrísimos. Estará usted conmigo en que el dinero que ha llegado a la mayoría de las provincias de Castilla y León -y yo le hablo por la mía- han ido a los ladrillos. Es terrible observar cómo el enriquecimiento de mi provincia, que es... realmente ha llegado muchísimo dinero europeo, lo que han hecho en los distintos pueblos, en vez de invertir en el pueblo, han ido a la ciudad y se han comprado un piso. Porque, si no, es inexplicable que una ciudad como Salamanca, que lleva varios años en los que está disminuyendo la población, tengamos desde hace veinte años la construcción de dos mil, dos mil quinientas viviendas año. Eso significa que estamos atrayendo a todos los pueblos, y la gente de los pueblos los abandona, lo que hacen con el dinero que viene de Europa, lo invierten en ladrillos y compran. Y lo que se está haciendo es un gran negocio en las grandes ciudades; estamos engordando cada vez más las ciudades.

Pero hay algo más, usted ha hablado -y con muy buen criterio- cómo las políticas han ido de arriba a abajo, cuando, a lo mejor, lo más eficaz hubiera sido ir de abajo a arriba. Pero yo le digo una cosa: en estos momentos... yo creo que en estos momentos el mundo rural -por lo menos el que yo conozco-, difícilmente va a poder nacer de ellos una... una corriente salvadora, porque en muchos de ellos ya no hay esa vitalidad que había, ese cambio estratégico.

Los flujos entre... y las estrategias de desarrollo y los modelos de ciudad van a cambiar sustancialmente, incluso, con algunas de las cosas que usted ha dicho. Por ejemplo, el dato de hace tres días; desde el punto de vista internacional va a cambiar drásticamente todo el mundo rural: el que ya tengamos la composición genética del arroz y sabemos que, a lo mejor, vamos a tener en los próximos meses la composición genética de la mayoría de los cereales, eso va a cambiar, desde el punto de vista científico y desde el punto de vista de la vida rural, todo. Le doy un dato importante: el arroz supone la base de la alimentación de la mayoría del mundo, y si tenemos la composición genética y podemos hacer variaciones de ese arroz para que se pueda dar en lugares donde no se necesite tanta agua, o donde puedan darse, incluso, en zonas desérticas, etcétera, etcétera, haciendo cambios genéticos, estamos ante una verdadera revolución del mundo rural, del mundo rural y del mundo agrícola.

No digamos ya lo que supone... ahora tenemos ya la melano... Drosophila melanogaster, pero dentro de muy poco vamos a tener ya el genoma de todos los animales; animales que van a ser interesantes desde el punto de vista de la alimentación y que, por lo tanto, van a dar al traste con todo lo que tradicionalmente hemos considerado. Estamos, por lo tanto, en las puertas de un avance tecnológico, desde el punto de vista del mundo rural, sobre todo, en lo que supone toda la cabaña y en lo que supone todos los cultivos generales, que van, a mi modo de ver, a revolucionar el mundo rural. Y, además, lo van a revolucionar desde un punto de vista positivo, puesto que va a haber producciones mucho mayores y va a haber una especie de vuelco de la ciencia sobre el mundo rural.

Le he dicho... le he dicho antes -perdone el que lo haga un poquito deslavazado, puesto que le he ido cogiendo los datos según iba usted hablando de la comarcalización-, nosotros, nuestro Grupo ha planteado al Grupo Popular la comarcalización como una de las formas de defender el proceso de la Comunidad, ¿no?

Y habla usted de espacios funcionales entre... espacios funcionales rurales. Fíjese, aquí ya lo hemos discutido alguna vez, pero sí quería dejarle... hablarle de una serie de cuestiones que son fundamentales. Primero, yo creo que debe de haber espacios funcionales no solamente entre los pueblos y entre las comarcas, sino también entre Comunidades. Por ejemplo, las Comunidades, a veces, han hecho también una especie como de fronteras o paredones que están impidiendo una cierta comunicación. Le pongo el ejemplo que conozco mejor que es el de Salamanca. Nosotros, por ejemplo, en nuestro... el sur de Salamanca tiene un contacto muy estrecho con Extremadura. Debe de haber, por lo tanto, una gran fluencia de comunicación y una gran fluencia de actividades entre Extremadura y Salamanca. O, por ejemplo, en toda la zona de Segovia y de Ávila con Madrid, o, por ejemplo, todo el oeste de Castilla y León con Portugal, ya pasando a lo que sería una comunicación entre países. Cómo es posible -se lo iba a decir al final, pero...- cómo es posible que dos países que son complementarios y que son países hermanos y que tienen las mismas... los mismos problemas hayan vivido tantos siglos de espalda uno al otro, como es el caso de España y Portugal.

Por lo tanto, yo creo que, efectivamente, hay que ir a la comarcalización, una comarcalización muy enlazada entre ellas, entre las propias comarcas, entre los países limítrofes, entre las Comunidades limítrofes. Y una ordenación del territorio que estoy de acuerdo debe ser consensuada políticamente, porque éste sí que es un tema, el que estamos discutiendo, un tema fundamental para el futuro de esta Comunidad.

Es decir, así como puede haber otros temas que podemos estar de acuerdo o incluso decir unos una cosa y otros otra, y entra dentro del juego político, aquí nos estamos jugando el futuro de esta Comunidad. Y, por lo tanto, como nos estamos jugando el futuro de esta Comunidad, hay que sentarse y hay que ser conscientes de que esto hay que pactarlo entre todos, porque estamos hablando de, quizá, del tema más serio de la Comunidad Autónoma.

Yo quiero terminar hablando de alguna cosa interesante del final de su intervención. Yo creo que nosotros debemos coger modelo de algunas otras Comunidades que no les ha ido tan mal en el desarrollo rural. Por ejemplo, yo veo, cuando voy a Galicia, que -por poner un ejemplo de una Comunidad gobernada por el Partido Popular- no es lo mismo que Castilla y León. Yo creo que -por poner otro ejemplo de una Comunidad gobernada por mi Partido, el caso de Extremadura- no es lo mismo el desarrollo rural de Extremadura que el desarrollo rural de Castilla y León. Y, por lo tanto, es bueno saber y salir fuera y buscar otros modelos que sí han funcionado.

Y en cuanto a estrategias sectoriales, estoy de acuerdo en consolidar las actividades primarias con esa... con ese... esa precisión que le he hecho sobre lo que va a suponer los grandes avances tecnológicos en cuanto a los cultivos. Lo de la calidad, estoy también totalmente de acuerdo. Y en cuanto al turismo, yo creo que esta Comunidad tiene la suerte de tener algunas cosas que no las tiene nadie y que pueden definir claramente el turismo de futuro. La primera el Patrimonio: no hay quien nos gane en patrimonio, es decir, una Comunidad que tenga tal cantidad de... de hitos históricos, artísticos, etcétera, no creo que lo haya en toda España e, incluso -me atrevo a decir-, en Europa y en el mundo... O el románico, o los caminos. Fíjese, una de las cosas importantes para esta Comunidad es que es un lugar, éste es un espacio que comunica, por aquí hay que pasar para muchos sitios, y, por lo tanto, a veces, el hecho mismo de ser un lugar de encuentro, un lugar donde te cruzas para ir a distintos caminos, eso es un valor positivo.

Le vuelvo a repetir: a mi modo de ver, para el futuro también es importantísimo el espacio, somos una Comunidad donde podemos caminar kilómetros sin ver ni una sola edificación. Y eso en Europa no existe en ningún sitio. Es la única, es uno de los pocos... bueno, lo hay en, quizá, en Rusia, pero en la Europa Occidental, encontrarte espacios donde puedas recorrer en coches kilómetros y kilómetros sin encontrarte absolutamente nada, ese, el espacio, lo que usted hablaba, quizá, un poco del paisaje, eso es algo que es un valor.

Pero hay otras cosas, por ejemplo, importantísimas: el castellano. Mire, hay una cosa que le voy a decir que puede ser interesante de cara al futuro de esta Comunidad. En Salamanca se ha explotado... -en mi ciudad, donde yo vivo- se ha explotado el tema de la enseñanza a extranjeros del castellano, y han proliferado un montón de... bueno, aparte de las dos Universidades, un montón de academias que traen gente de todos los sitios, y está entrando una gran cantidad de dinero por la explotación del aprendizaje del castellano. Por lo tanto, a mí me parece que eso también es un valor.

Y, por último, yo creo que estoy totalmente... estamos totalmente de acuerdo con usted en el tema de las infraestructuras. Yo siempre pongo un ejemplo que es significativo. Fíjese, para comunicarse norte-sur en Castilla y León, norte-sur en Castilla y León por una vía normalita -ya no digo que sea una autovía, sino una carretera normalita-, no tenemos ni una sola carretera normal que vaya norte-sur desde la Vía de la Plata -que pasa por Salamanca- hasta Guarda, y desde Salamanca a Guarda hay unos ciento ochenta o casi... vamos, casi cien... casi doscientos kilómetros de... de distancia. Los ciento cuarenta, ciento cincuenta, ciento sesenta kilómetros que hay de una ciudad a la otra, no hay ninguna comunicación norte-sur.

Eso implica que cualquier persona que quiera ir, por ejemplo, de Zamora, o que quiera ir de León al sur de Salamanca por esa zona, tiene que ir a las... le es más rentable ir a la ciudad y volver otra vez al sitio de origen. Eso, que lo traería el famoso Eje del Duero o que... quiero decir, se podría edificar una... o construir una carretera que tuviese esa fluidez, hace que muchos de los problemas del éxodo de estos pueblos esté claramente muy implicado por el tema de... sobre todo de las comunicaciones.

Y termino, antes de agradecerle su trabajo, diciéndole una cosa: los jóvenes huyen de los pueblos. A veces, en los pueblos tienen ya de todo, como muchas veces se dice cuando... cuando se va a los pueblos: ¿cómo se va la gente de los pueblos, si ahora ya hay de todo; si tienen televisión, tienen...? Pero hay una cosa que es importante también, cuando se estudia el éxodo de la gente del pueblo a la ciudad, y es la soledad, el problema de la soledad. Yo he hablado con muchísimos jóvenes, muchos jóvenes de los pueblos, y lo primero que te dicen cuando les preguntas: pero bueno, ¿y cómo es posible que os vayáis del... del pueblo, si tenéis ahora todo, si estáis...? Entonces, lo primero que te contestan, dice: "Sí, pero estamos solos". Y el hombre necesita... el hombre es algo sociable. Y, entonces, si para ir a la ciudad están comunicados por carreteras que están malas, si en el pueblo no tienen nadie, inmediatamente que tienen la posibilidad de algo, van a la ciudad y dejan el pueblo.

Nada más. Son unas cuantas reflexiones ante lo que usted ha dicho, que me ha parecido realmente interesante. Y agradecerle, igual que a sus compañeros que estuvieron con anterioridad, los desvelos por... por hacer, bueno, pues mejor esta Comunidad Autónoma. Gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Gracias, Señoría. Como al principio hizo un recordatorio a esta Presidencia por las comparecencias que teníamos pendientes, también quiero aclararle que con usted había hablado y con algún miembro de su Grupo para traer también personalidades que nos pudiesen aclarar mejor esos temas, que no que la Directora General. Quiero decirle que nosotros hemos hablado con doña Encarnación Redondo, que nos... estaría dispuesta a venir por aquí, y estoy a la espera de que me dé usted un nombre para poder convocarles. Gracias.

Y por el Grupo Parlamentario Popular, para intervenir, tiene la palabra don José Antonio de Miguel.


EL SEÑOR DE MIGUEL NIETO:

Sí. Gracias, señor Presidente. Intentaré ser breve. En primer lugar, agradecer la comparecencia de la Ilustrísima Decana de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, Mercedes Molina, demostrando así la amabilidad que ha tenido con estas Cortes y la deferencia.

Y diré que el Grupo político al que represento, el Grupo Popular, tiene una coincidencia casi absoluta del análisis que usted ha hecho del desarrollo rural, así... tanto en los objetivos como en los fines. Estamos de acuerdo en que hay que intensificar la acción política en este campo para conseguir solucionar los problemas que tiene la situación actual.

Compartimos también al cien por cien que hablar de desarrollo rural es hablar de una filosofía. También lo decía el Portavoz del Grupo Socialista, que es algo más que un factor económico. Estamos hablando de una filosofía que engloba una acción conjunta sobre todos los factores que operan dentro de un mismo territorio homogéneo. Hemos de incidir en la valorización de los recursos específicos de nuestras zonas, basándonos en su calidad y su diferenciación, adaptándonos a la demanda existente en cada momento.

Ante la incógnita de la reforma de la PAC, hemos de intentar conseguir que la actividad agraria se complemente con una actividad empresarial más amplia, que explote de una manera sostenible los recursos hasta ahora infrautilizados, con el fin de fijar población, para que ello, no nos cabe la menor duda, y... para ello, no nos cabe la menor duda del papel tan importante que tiene el agua, y los regadíos, y todo el Plan Nacional de Regadíos en la generación de empleo en estas zonas.

Hay que destacar, dentro de este ámbito, el papel importantísimo que tiene que jugar el aprovechamiento -como usted bien ha dicho- de todos los recursos... de todos los recursos naturales, como puede ser la micología, puede ser la caza, la pesca, el monte o el propio paisaje. Usted nos ha hecho ahí una pregunta, porque, de alguna manera, es competencia nuestra, y está en nuestro ámbito el regular, por ejemplo, la regulación micológica. Hemos de decir que yo creo que desde estas Cortes ya se han dado hace tiempo los primeros pasos. Hay una ley que ya está en vigor, que es la Ley del Aprovechamiento de los Recursos Agropecuarios, que -hemos visto- ha dado pie para que algunos Ayuntamientos ya hayan tomado la iniciativa por su cuenta y, dentro de las facultades que les atribuye la Ley, estén ya regulando de alguna manera, a través de sus propias ordenanzas, estos aprovechamientos.

Hemos visto cómo en la provincia de Soria ya se han puesto, por lo menos, en marcha iniciativas tendentes a regular todo lo que es la compraventa de la micología. No se puede ya actuar libremente en el monte, como venía ocurriendo hasta ahora; y que, de alguna manera, todo esto está recogido, amparado y da posibilidades a las propias... a los propios Ayuntamientos para que hagan sus propias ordenanzas, a través de la Ley de Aprovechamiento de los Recursos Agropecuarios Locales.

Nos preocupa también sobremanera en este análisis sociodemográfico que usted ha hecho, aparte del envejecimiento, el individualismo, la soledad -que también argumentaba el Portavoz del Grupo Socialista-, la desinformación o el propio pesimismo tendente de toda esta gente, sobre todo la baja tasa -que usted también ha hecho un especial hincapié- de actividad femenina o, lo que es peor, la falta de mujeres en el ámbito rural. Y le pregunto a usted si no cree que es un factor determinante para fijar también la mano de obra masculina, y cómo se podrían evitar estas carencias, debido a que, en la actualidad -y más las chicas que los chicos-, estudian carreras universitarias, con lo que es bastante más complicado, una vez terminadas estas, que vuelvan a ejercer esta carrera en el ámbito rural.

En el resto de su extraordinaria y detallada exposición, coincidimos también plenamente, desde luego, en que el ámbito de aplicación de las políticas estratégicas para este desarrollo ha de ser superior al del municipio, y han de ser espacios amplios, cohesionados y homogéneos, con características comunes, que en la mayoría de los casos pueden coincidir con las demarcaciones que ahora tienen los grupos de acción local LEADER y PRODER; que, al mismo tiempo, estos programas tienen que ejercer también una gran labor económica y social en las zonas, fundamental, aunque sus recursos, en principio, nos puedan parecer limitados.

Y qué duda cabe que el Pacto Local, actualmente en proceso de negociación -como usted sabe-, ha de tener una gran importancia, por lo que significa la transferencia a los Ayuntamientos de las competencias... muchas competencias acompañadas de los medios económicos necesarios para llevarlas a cabo.

Usted nos ha hecho una reflexión, o también una pregunta, y podemos estar en parte de acuerdo. Usted nos ha puesto el ejemplo de Galicia, que no ocurre como, por ejemplo, en Castilla y León o a nivel nacional, que todas las políticas de desarrollo rural dependan solamente de la Consejería de Agricultura o del Ministerio de Agricultura.

Estamos completamente de acuerdo que tiene que haber más Consejerías que se impliquen, y -¿cómo no?-, fundamentalmente, una de ellas tiene que ser la de Economía -como en Galicia-, e incluso me atrevería a decir que tampoco nos podemos olvidar de la Consejería de Medio Ambiente, que en Castilla y León también la tenemos. Es un factor importantísimo a jugar también -creo- que tiene la Consejería de Medio Ambiente, a través de la propia Ley de Montes -que usted ha hecho referencia-, del propio anteproyecto, por ejemplo, que está en vías de aprobación, de... de la Ley de Vías Pecuarias, etcétera. Estamos completamente de acuerdo que, seguramente, no podemos solamente desde el ámbito de la Consejería de Agricultura tratar todo lo que se refiere al desarrollo rural.

Por último, y para terminar, diremos que todo este proceso, desde luego, tiene que ir acompañado, aparte del impulso político... --y, desde luego, también compartimos la idea de que, además, este impulso, cuanto más consenso tenga, muchísimo mejor para el desarrollo rural- tiene que ir acompañado con el compromiso de todos los agentes sociales implicados, con el fin de conseguir la participación necesaria que, emanando desde la base, por supuesto -tal y como usted ha dicho-, de abajo arriba, logre que el desarrollo rural sea una realidad y no solamente una teoría.

Nuevamente agradecer su comparecencia. Y nada más, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Gracias, don José Antonio. Y para contestar a las cuestiones planteadas, tiene la palabra doña Mercedes Molina.


LA SEÑORA MOLINA IBÁÑEZ:

Muchas gracias, señor Presidente. Y muchas gracias también a los dos Portavoces, del Grupo Socialista y del Grupo Popular, por sus intervenciones.

Y permítanme ustedes que empiece por algo que los dos Grupos han coincidido, que es que estamos frente a un tema tan trascendental que exige un consenso político. Y yo quiero empezar mis palabras, desde fuera de lo que es la política, rogándoles a ustedes que asuman con verdadero interés esto que aquí se ha lanzado, y que nos sentemos, o se sienten a trabajar. Y ahí decirles que si en algún momento determinado... igual que otras personas de un gran prestigio -como ha citado el Portavoz del Grupo Socialista-, me tendrán a su disposición para trabajar y cuanto les pueda ayudar en estas cuestiones para una Región que -como ustedes saben y yo he dicho en más de una ocasión- nos jugamos mucho y tenemos una situación difícil, pero, quizás, un futuro prometedor si lo hacemos bien.

Voy a referirme, en primer lugar, a las observaciones y a las reflexiones que ha realizado el Portavoz del Grupo Socialista, y, por supuesto, bien, muy bien estructuradas, no deslavazadas; a lo mejor ha sido deslavazada mi intervención, pero tampoco es fácil tratar de sintetizar en tan poco tiempo algo tan profundo como es el desarrollo rural. Les pido, en ese caso, también mis disculpas.

Creo -insisto- que es fundamental las decisiones de política internacional que he citado. Y creo que es bueno que ustedes tengan la máxima información y, por supuesto, reflexionen ante ello, porque de ahí va a depender parte del futuro europeo, tanto en relación con la PAC, cuanto en relación con los fondos estructurales y los fondos de cohesión.

No vamos a poder continuar, probablemente, como estamos. Y tanto las decisiones de la OMC como las propias decisiones de la Unión Europea van a influir sustancialmente en estos espacios.

Y aquellos que han sabido transformar y que han sabido ser de verdad empresario agrario... Yo tengo -igual que les dije antes- un gran respeto por el político honesto, que trabaja al servicio del bien común en una u otra posición ideológica -los que somos de verdad demócratas así lo tenemos que asumir-. Siento un gran respeto por el empresario que es de verdad empresario y que sabe reinvertir en su propia explotación para generar más beneficio, pero para generar también más empleo y para generar también más riqueza; no en el que invierte en otros sectores económicos con fines especulativos.

Por ejemplo, usted ha señalado el tema de la construcción. Por eso dije: no todos los agricultores han utilizado igual sus fondos. Ha habido gente que ha utilizado los fondos de la PAC y está trabajando con gran sacrificio y con gran esfuerzo en mejorar su explotación, y otros no. Y eso habría que saberlo, y premiar al que lo ha hecho y que ha sabido transformar sus estructuras. Y, desde luego, no sé si castigar -o con las medidas que ustedes tomen- a quien no lo haya hecho, porque no todos han funcionado de la misma manera.

Cuando me refería al modelo territorial disperso a partir del desarrollo rural, la propia filosofía del desarrollo rural implica una cierta dispersión territorial, porque, desde luego, todo no va a estar en todos los municipios, y habrá municipios que desaparecerán, y habrá municipios que, a lo mejor, son irrecuperables. Y yo les voy a decir más: habrá municipios que, a lo mejor, queden solo como segunda residencia, es decir, que sean recuperados como segunda residencia, igual que hay ahora muchas zonas de playa y de turismo de verano que solo tienen actividad una determinada época del año.

En ese sentido, el modelo territorial va hacia un modelo de complementariedad. En ese espacio funcional, en ese espacio comarcal -llámenlo ustedes como quieran-, pero en un espacio supramunicipal, tendremos una zona orientada hacia una producción agraria de calidad, otra donde haya un empleo industrial, otra donde, fundamentalmente, se dedique a la actividad turística, u otra más marginal a parques eólicos; pero que no haya conflictos de usos internos entre ellos, que haya complementariedad, que haya flujos. Porque también, si eso lo logramos con un núcleo que, de alguna manera, actúe como centro rector, evitaremos también ese problema que ambos Grupos han señalado, el problema de la soledad o el problema del abandono y de la... estar desasistidos, que ese es un problema verdaderamente serio.

Si somos capaces de articular la movilidad rural, generando unos buenos equipamientos en un centro rector de ese espacio funcional, donde haya unas buenas comunicaciones y la gente se pueda mover; porque si ustedes diseñan un buen espacio funcional, con un centro rector o en una comarca -llámenla como quieran- donde tenga unos equipamientos y una buena movilidad interna, podremos superar ese problema, y podremos superar, a lo mejor también, ese mito de lo rural, lo mismo que hay un mito de lo urbano.

Quiero decirles una cosa a los dos Grupos Políticos: yo estoy en trato con mucha gente joven que termina sus estudios universitarios y, a veces, me encuentro con graves problemas porque no tienen, a lo mejor, una opción de empleo en la propia ciudad. Personas que van de beca predoctoral a becas posdoctorales, que llegan a casi treinta y tantos años con unos currícula y unos esfuerzos impresionantes. Y les digo que estarían dispuestos -porque yo hablo mucho con mis estudiantes- a venir a un medio rural si tienen empleo, si tienen iniciativas o -mejor dicho- incentivos para una iniciativa empresarial, si hay una política social y justa de vivienda, que puedan acceder a una vivienda a un bajo precio.

Y estarían dispuestos a venir, porque también hay mucha soledad en lo urbano. El tema del botellón, saben ustedes que genera también, en ese sentido, una soledad urbana grande entre la gente joven que, a veces, no les hemos sabido dar lo que verdaderamente debería haber dado esta sociedad. A eso me refería en esa articulación territorial, en esos flujos territoriales, y huir un poco de la concentración tradicional -como usted bien ha señalado- que la gran ciudad ya de por sí hace. O sea, tratar de que, aunque haya un centro rector que sea un núcleo mayor y que tiene que asumir la mayor dotación de los servicios, no caigamos de nuevo en la concentración de solo en ese núcleo, sino que seamos capaces de articular ese espacio.

Y, por supuesto, comparto con usted que la funcionalidad excede lo que es una frontera autonómica, una frontera estatal. Los flujos socioeconómicos no entienden de fronteras, lo mismo que las barreras naturales no existen. Quizá, si se leen la Constitución de Andalucía, que tienen en su base una realidad comarcal, a mí hay un tema que me preocupa de esa Constitución y es que la rompen las provincias. O sea, dentro de su espíritu, que es muy bueno, sin embargo, creo que hay un problema porque rompe lo que es la comarca con el límite provincial. Y claro, hay espacios -como usted bien señalaba- que tienen que estar conexionados.

Y yo creo -como geógrafa- que hay un sistema de flujos que es imparable, y esta Comunidad no debe ignorar lo que hace Extremadura, o esta Comunidad no debe ignorar lo que hacen otras Comunidades periféricas. Y, por supuesto, comparto que cualquier ejemplo rural que veamos que es bueno, proceda de un campo o proceda de otro, proceda de una Comunidad gobernada por el Partido Popular como ha hecho Galicia, que tiene experiencias importantes, o proceda de Extremadura o de Andalucía o de Castilla-La Mancha, gobernada por otro Grupo Político, que sea bueno para nuestra Región, lo asuman ustedes y trabajen dentro, por supuesto, de ese consenso político.

En la conexión rural urbana, me refería también en que el nuevo desarrollo rural no tiene que enfrentarse a lo urbano. O sea, hasta ahora hemos visto lo rural como un espacio antagónico a la ciudad, y yo creo que ya lo rural tiene que estar en conexión con la ciudad. ¿Y cómo? Me explico: pues, mire, habrá desarrollos rurales cuya producción y cuya actividad económica haya servicios que estén en la capital provincial -¿por qué no?- y haya una conexión entre la ciudad y lo rural, y que haya mayor vinculación económica entre la actividad rural y la actividad de la ciudad. Lo mismo que ahora las empresas de Guadalajara contratan sus servicios en la ciudad de Madrid, y en el modelo de Madrid como servicios a la producción. Pues a eso me refería, a que haya una mayor complementariedad entre lo que es la ciudad y lo que es el mundo rural, que no vivan como zonas territoriales antagónicas. Y por supuesto que comparto con usted que a veces la gran ciudad come al medio rural, donde queda ya subsumido en esa gran ciudad o en esa expansión urbana generando ahí, pues, un periurbano, un urbano, una zona metropolitana difusa.

Es más, yo a veces he dicho -y lanzando un poco de polémica- que ya esa dicotomía entre lo rural y lo urbano ha desaparecido, porque si ahora mismo definimos con unos parámetros qué es lo rural, con los parámetros tradicionales, a veces nos queda muy poquito de rural. Desde luego en Madrid no tenemos nada, ni siquiera en la sierra pobre, porque la segunda residencia ha terciarizado todo el ámbito rural, y hay servicios y hay otro modo de vida, hay otro comportamiento de la sociedad. Entonces, tenemos que ir a romper esas dicotomías tradicionales; a eso me refería.

Y por supuesto que estoy completamente... -y ve que lo he dicho- en el tema de la ordenación del territorio, que siendo complicado en este... en esta Comunidad nuestra, sin embargo, también es un activo fundamental que tenemos en nuestra Comunidad. Y esa ordenación, que salga, por supuesto, con el mayor consenso posible.

Y cuando dije que el desarrollo rural es algo más que crecimiento económico, naturalmente no estoy marginando ni el crecimiento económico ni la actividad económica. Es más, el desarrollo rural se tiene que sustentar sobre esa transformación de la economía, sobre unas estrategias sectoriales, agrarias, industriales, de turismo, de servicio, que creen riqueza, que eleven rentas, que incrementen el producto local; pero, sin embargo, que no estén al margen de una idea de sostenibilidad cultural, ambiental, que vayamos por otro modelo con una filosofía de desarrollo quizá, pues, más social, menos productivista. En ese sentido es a lo me refería.

Y, por supuesto, me satisface pensar que ambos Grupos plantean la necesidad de una coordinación política en esta materia. No lo sé si deciden ustedes que el desarrollo rural tenga más competencias, una Consejería u otra; esa será una discusión política que ustedes deben abordar. Lo que sí les digo es que el desarrollo rural exige una política específica, y, a veces, yo veo una desconexión grande entre algunas políticas sectoriales. Es decir, el turismo va por un lado, o la ordenación de espacios naturales por otra, el patrimonio va por otra. Nos preocupamos del patrimonio -usted ha dicho, hay un gran activo-, pero a veces tampoco tenemos un gran sentimiento de mantener el patrimonio de nuestras construcciones rurales. Y así como en el tema artístico cultural tenemos un gran patrimonio -y es verdad-, yo veo que no centramos mucha atención en ese patrimonio del hábitat rural, el mejorar... que a lo mejor solo con una pintura se puede cambiar una nave agraria, que tenemos poca sensibilidad a la hora de poner cemento en una plaza importante o las calles de un pueblo histórico; y eso también tendríamos que cuidarlo. Pero nuestro patrimonio en Castilla y León, realmente, es muy rico de una manera clara. Por supuesto que el avance tecnológico -como bien ha señalado- para el medio rural es fundamental.

Usted ha señalado todo el tema del arroz, puede haber una gran revolución en los cultivos y en toda la mejora de razas, efectivamente. Y ahí está el reto, que la innovación tecnológica en el mundo rural, en absoluto está reñida ni con la tradición, ni está reñida con la modernidad.

En cuanto a un tema que yo no he mencionado y usted sí, en el tema de patrimonio, y me parece fundamental que lo haya hecho, que es el tema del castellano. Y es verdad que es un activo. Y yo se lo digo también... ha señalado usted la experiencia de Salamanca, y yo le diría que en la propia Universidad Complutense, los programas extranjeros que estamos teniendo mayor éxito son los programas de convenios con Universidades norteamericanas de cara, precisamente, al estudio del castellano y de la cultura, no solamente de la lengua, sino también de la cultura, con una aceptación verdaderamente importante.

Y creo que ese es un activo que desde la Universidad y desde las Universidades de Castilla León debería explotarse, incluso... -perdón, la palabra explotación- de una manera mejor o mayor todavía de lo que hay, porque tenemos ahí una puerta de entrada al mundo verdaderamente importante en ese sentido.

Y nada más. Darle las gracias por su intervención. Yo también he recogido sus ideas, y decirle que para mí, pues, ha sido una experiencia interesante, en este sentido, encontrarme aquí presente.

Por lo que se refiere a la intervención del Parlamentario del Grupo Popular, darle las gracias también por haberme permitido estar aquí. Soy yo la afortunada en el día de hoy, porque para mí es una experiencia nueva -como les dije antes-, y ojalá sea útil mi trabajo a todos ustedes.

Como le dije antes, quizá me ha gustado mucho escuchar de sus palabras lo del tema del consenso, lo mismo que me gustó escucharlas de la voz del Parlamentario Socialista. Y decirle como, además, en la Comunidad de Castilla León, su Grupo Parlamentario, tiene ahí la responsabilidad, que tenemos un reto importante en relación con el desarrollo rural, que debe superarse el tema de partidos y que debe superarse el tema ideológico, porque solamente así seremos capaces, o serán capaces ustedes, de construir de verdad un proyecto importante.

En un tema que -como bien ha señalado usted- hay que intensificar la acción política, y que además subrayé también en mi intervención, porque son territorios muy vulnerables. Señalaba también el representante Socialista, hay algunos que no pueden por sí mismos salir a flote. Y usted lo ha dicho: debemos intensificar esa acción política, y creo que eso es fundamental. Esa acción política y, a lo mejor, una acción política nueva articulada en otra Consejería, o articulando todos los sectores y todas las actividades que están dispersas hoy en distintas Consejerías y que, a veces, no están articuladas como usted señalaba también en el tema de la reforma de la Administración, la coordinación de políticas es verdaderamente importante.

Me satisface mucho oír la respuesta que los Ayuntamientos empiezan a dar a la regulación micológica, porque estamos perdiendo y subutilizando unos recursos que cada vez son más valorados por las sociedades urbanas y que nosotros no lo vemos como recurso efectivo. Casi lo hemos visto como una anécdota, o casi lo hemos visto en algunas ocasiones como un recreo, como una cosa lúdica, cuando en otros países -las experiencias en este sentido del norte de Italia creo que son muy efectivas- están dando un verdadero beneficio a los territorios de origen. Y me parece fantástico que se regule la compra y venta de los hongos, porque estamos acostumbrados a ver el expolio de camiones que vienen de fuera, de otras regiones, que destrozan a veces el monte, y que lo único que hacen es llevarse una riqueza hacia otras Comunidades Autónomas que no dejan en nuestra Región. Y creo que estos son pasos importantes que deben dar y que, probablemente, desemboquen, si ustedes lo consideran necesario, en hacer una Ley que regule todo el aprovechamiento micológico en Castilla y León de una manera clave.

Hacía usted referencia a algo importante que es el tema del regadío en... ante la incógnita de la PAC. Y es verdad, el regadío es fundamental, siempre y cuando se oriente bien. El problema que a veces hemos tenido en España es que muchos regadíos se han orientado hacia producciones tradicionales, se han orientado hacia cereales, se han orientado hacia unos productos tradicionales o que, a lo mejor, tenían pues una subvención por parte de las políticas comunitarias. Creo que ese regadío, que es clave, debería orientarse o hacia cultivos industriales o hacia cultivos que tengan realmente esa venta de calidad en un mercado hoy y fundamental. Y me ha... me deja satisfecha que señale el papel del agua precisamente en este campo, porque debe ser fundamental.

Me ha hecho una pregunta muy directa sobre qué opino y cómo veo yo el tema de la carencia a veces de mujeres ante la baja tasa de actividad femenina. No les voy a plantear -y a poco que hayan conocido mi talante por mi intervención- una caravana de mujeres, ¿eh?, como hicieron en otros planes, en Huesca...

Yo recuerdo que en los años ochenta, finales de los setenta, años ochenta, ya estaba en Madrid, porque yo me formé en la Universidad de Zaragoza, y además estudié en mi tesis el tema del agua en Aragón, a partir de los aprovechamientos hidroeléctricos sobre todo, y los conflictos de uso, y me llamaron para tener un debate ahí de distintas ideologías y grupos en Aragón. Y ahí ya se planteó por parte de un sociólogo una inmigración típica, que citó una palabra que a las mujeres no nos gusta, y, por lo tanto, como la vi con una cierta connotación machista no la voy a citar.

Pero no es ese mi talante de traer una caravana de mujeres, pero sí generar incentivos para esta gente joven y para mujeres que a través de pequeñas empresas, de pequeñas industrias, incluso si quieren de fomentar cursos con una discriminación positiva hacia la mujer de formación, donde ya hay programas europeos en este sentido, desde el programa NOW, algunos fondos del Fondo Social Europeo. Y hace muy poco he estado participando en la Universidad Complutense en un curso sobre regulación de recursos naturales orientado sólo para universitarias mujeres, en el cual se intentaba fomentar, precisamente, la idea de pequeñas empresarias en el mundo rural, a partir del aprovechamiento de los recursos y de la gastronomía y de algunas... saberes locales que la mujer ha tenido en sí mismo y ha aportado en sí mismo.

Atraigan ustedes a esa población femenina a través de incentivos empresariales fomentando cooperativas, por ejemplo, de mujeres en actividades que puedan tener pues un impulso, mujeres empresarias que no sean sólo mano activa subsidiaria de otras personas, sino que ellas mismas sean capaces de ser empresarias, y, por supuesto -como dije-, sin olvidar las políticas de vivienda que para la gente joven pueden ser eficaces en los medios rurales, y que pueden ser fundamentales.

En el tema de la comarca -como ya contesté al Grupo Parlamentario Socialista y a su Portavoz- he dicho... como ha visto usted cómo pienso y sé que hay problemas, a veces políticos, en afrontar una determinada posición u otra; pero, desde luego, mientras resuelven si se va hacia una comarcalización con consejos comarcales, políticos y demás, que eso puede llevarles a ustedes a un mayor debate, al menos centren el desarrollo rural en esos espacios funcionales, en esos espacios operativos que a través de los grupos LEADER y PRODER están funcionando.

Y, en este sentido, yo sí que me atrevería a decirles que sería bueno que se articularan más las actuaciones de los grupos LEADER y PRODER, que hubiera más conexión entre estos grupos LEADER, más reuniones, más contacto a escala provincial y regional, para que pudieran también poner sus experiencias encima de la mesa.

Y el tema del Pacto Local que usted ha señalado, yo lo encuentro clave a este respecto del desarrollo rural. Es verdad que hay municipios, en los ocho mil y pico municipios que tenemos en España, muy diferentes y que va a tener una situación muy distinta en cuanto a su planteamiento, y es un pacto que exige el consenso político de los grupos implicados en este sentido.

Y para terminar, también quiero darle las gracias, lo mismo que hice con el Parlamentario Socialista, por haber recogido parte de mis ideas, por haberme escuchado y, por supuesto, por haber intervenido como lo ha hecho. Nada más y muchísimas gracias a todos ustedes, a los cuales me pongo a su disposición para lo que pueda serles útil en cualquier momento. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR ESPADAS LAZO):

Muchas gracias, Señorías. Y sobre todo agradecerle a usted, doña Mercedes, haber puesto su sabiduría al servicio de estas Cortes y de Castilla y León. Sin más asuntos, levantamos la Comisión.

(Se levanta la sesión a las trece horas veinticinco minutos).


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